jueves, 29 de agosto de 2013

El "socialismo policial" de Sergei Zubatov



Sergei Zubatov



Jorge Fernández Zicavo

Hoy dedicamos esta nota a recordar una figura emblemática para el ya viejo combate entre revolución y contrarrevolución a nivel de Inteligencia operativa: la del legendario agente de la policía política zarista, Sergei Zubatov (Moscú, 07.04.1864 - Moscú, 15.03.1917)

Hijo de un oficial del Ejército, siendo estudiante de bachillerato se interesó por la literatura revolucionaria e ingresó en un círculo anarquista. En 1883 fue arrestado, y en 1885 evitó ser deportado a Siberia a cambio de convertirse en colaborador de la policía política (Okhrana).
Gracias a su conocimiento de los grupos clandestinos moscovitas se pudo arrestar a numerosos revolucionarios, y en 1889 ingresó formalmente en la Okhrana.

En abril de 1892 se infiltró en el círculo del socialista Mihail Brusnev; en 1894 en el grupo Narodnoe Pravo (los derechos del pueblo) dirigido por Mark Natanson y Víctor Chernov; y en mayo de 1895 consiguió su mayor éxito profesional al acceder al círculo íntimo de Iván Rasputin, que para entonces estaba preparando un atentado contra el zar Nicolás II que sería desbaratado por Zubatov. Por este extraordinario servicio a la corona fue nombrado jefe de la Okhrana en Moscú.

En 1898 elaboró una insólita estrategia contrarrevolucionaria basada en que el Estado favoreciera iniciativas sociales y económicas a favor de los obreros para contrarrestar la propaganda del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia; que años más tarde, tras la Revolución de Octubre, sería refundado como Partido Comunista -bolchevique-.
La estrategia, que Zubatov bautizó irónicamente como “socialismo policial”, fue aprobada por el máximo jefe de la Okhrana y por el gobernador de Moscú.

En 1901 fundó en Moscú la Sociedad de Socorros Mutuos de Obreros de la Industria Mecánica, y a continuación abrió delegaciones en Kiev, Charkov, Ekaterinoslav, Grodno, Minks, Nicolaev, Odessa, Perm, y Vilnius, capital de Lituania. Asimismo, fundó el Partido Independiente de Obreros Judíos para sustraerlos de la influencia del Bund: la organización socialista judía.

En febrero de 1902 encabezó una multitudinaria concentración de obreros que rindieron homenaje al zar Alejandro II, asesinado en 1881 por los terroristas de Narodnaya Volya (la libertad del pueblo), depositando una corona de flores en su monumento.

Transferido a San Petersburgo en octubre de 1902 como jefe de la Okhrana, fundó una Sociedad de Socorros Mutuos a semejanza de las anteriores y reclutó como agente al pope (sacerdote) Georgi Gapón, quién en 1906 sería asesinado por el Partido Socialista Revolucionario.

Cuando en el verano de 1903 se declaró una huelga general en el sur de Rusia, Zubatov tomó la decisión de que sus Sociedades Obreras de Nicolaev y de Odessa adhirieran a la misma. Esta extrema heterodoxia del “socialismo policial” colmó la paciencia del ministro de Hacienda, Sergei Vitte; y del ministro del Interior, Wiacheslav Von Pleve, que disolvió las organizaciones fundadas por Zubatov, lo suspendió del servicio y le ordenó fijar su residencia en Vladimir.
En julio de 1904, tras ser asesinado el ministro Pleve por un atentado de anarquistas, su sucesor, Svjatopol-Mirskij, lo reintegró a sus funciones.

El 15 de marzo de 1917, al producirse la abdicación de Nicolás II como consecuencia de la marea bolchevique tolerada por el pusilánime Kerensky, el singular contrarrevolucionario Sergei Zubatov, ante la evidencia de que la caótica República tenía los días contados, se suicidó con un disparo en la sien.
Siete meses más tarde, Lenin y Trotsky sublevaban al Ejército y a la Armada en San Petersburgo y proclamaban la República de los Soviets.

Aunque la maquiavélica estrategia de Zubatov no fue suficiente para impedir el desarrollo y triunfo de la revolución rusa, sus éxitos tácticos fueron innegables; por lo cual, desde entonces las enseñanzas del “zubatismo” serían tenidas en cuenta por muchos Servicios de Inteligencia que fundaron grupos ultraizquierdistas que en ocasiones evolucionaron hacia el terrorismo. Los casos más espectaculares ocurridos en los últimos 50 años fueron el apoyo financiero y logístico que la Stasi brindó a la banda Baader-Meinhof, los Servicios italianos a las Brigadas Rojas, y los argentinos a Montoneros.


sábado, 10 de agosto de 2013

1974: "raid" homicida del ERP contra oficiales del Ejército Argentino



Jorge Fernández Zicavo

En relación a la larga lista de militares argentinos asesinados por las organizaciones terroristas durante su Guerra Revolucionaria 1969-1979, dedicaremos este artículo a un grupo de víctimas vinculadas entre sí por un mismo suceso: la llamada, por las izquierdas, “Masacre de Capilla del Rosario”; uno de los tantos mitos propagandísticos creados para demonizar las operaciones militares contra la subversión armada ordenadas por un gobierno constitucional.

El mito se origina en el desenlace que tuvo el fracasado ataque de una Compañía del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) contra el Regimiento de Infantería Aerotransportada 17º con asiento en San Fernando del Valle, provincia de Catamarca, llevado a cabo el 10 de agosto de 1974 y al que ya hemos dedicado un Post, al igual que al ataque lanzado ese mismo día por otra Compañía del ERP a la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos.

Después de varios operativos de persecución y captura de los terroristas llevados a cabo por sesenta efectivos del citado Reg. 17º apoyados por cuatro helicópteros, un grupo de catorce insurgentes fue localizado en la llamada Cañada de los Walter, próxima al pueblo Piedras Blancas, produciéndose allí un intenso combate que acabó con la muerte de todos ellos.

Como era de esperar, la propaganda del ERP presentó el suceso alegando que sus combatientes habían sido ejecutados sumariamente tras rendirse una vez agotadas sus municiones; una acusación que formulaban sistemáticamente cada vez que había bajas en sus filas, para presentar al Ejército Argentino como una banda de vulgares asesinos.

Pero en este caso, dada la humillación que supuso para la comandancia del ERP el fracaso de su “primera gran operación militar utilizando simultáneamente dos Compañías en distintas provincias”, el 19 de agosto emitió un Comunicado en el que prometía “ejecutar a 16 oficiales del Ejército Argentino”. Elevaron la cifra de 14 a 16 porque incluyeron a otros dos terroristas muertos en combate contra fuerzas policiales.

Tras esta introducción, pasamos a rescatar para la Historia a los nueve oficiales del Ejército Argentino que fueron cobardemente asesinados en emboscadas cuando estaban fuera de servicio. El ERP suspendió la amenaza de ejecutar a 16, porque la masacre provocada al asesinar al noveno oficial junto a su familia, desencadenó un fortísimo repudio social. La cifra pudo haber ascendido a diez oficiales muertos, ya que a uno de ellos Tte. 1º Ciro Ahumada sólo lograron herirlo gravemente.

25.09.1974
Coronel, Jorge Oscar Grassi
Oficial de Ingenieros. Tercer Cuerpo de Ejército, Córdoba.

25.09.1974
Tte. 1º Luis Roberto Brzic
Batallón de Comunicaciones 121º, Rosario, Santa Fe.

02.10.1974
Capitán, Miguel Ángel Paiva
Escuela Superior de Guerra, Ciudad de Buenos Aires.

07.10.1974
Mayor, Jaime Gimeno
Bioquímico del Hospital Militar Central, Ciudad de Buenos Aires.

11.10.1974
Teniente, Juan Carlos Gambandé
Liceo Militar “General Belgrano”, Santa Fe.

23.10.1974
Tte. Coronel, José Francisco Gardón
Médico. Hospital Militar de Campo de Mayo, Buenos Aires. Asesinado en San Miguel de Tucumán.

07.11.1974
Mayor, Néstor Horacio López
Liceo Militar “General Belgrano”, Santa Fe.

12.11.1974
Tte. 1º Roberto Eduardo Carballo
Batallón Ingenieros de Combate 101º, Tres Arroyos, Buenos Aires.

01.12.1974
Capitán, Humberto Viola (y su hijita de 3 años, María Cristina)
Destacamento de Inteligencia, Tucumán.
_ _ _

Post Data

1- Por lo visto, también otro oficial resulto herido: el Tte. Coronel, Roberto López Paz, (en Córdoba), pero no hemos podido confirmarlo.

2- Es de mencionar el hecho bochornoso de que el Blog “Ejército Argentino” que se dedica a rememorar batallas históricas, y a víctimas del terrorismo marxista que asoló a la República Argentina durante la década 70 del siglo XX, jamás identifica a las organizaciones terroristas responsables de los mismos; tanto como si se trató de militares muertos en combate como en atentados. Cumplen a rajatabla la consigna del régimen Kirchner-Montonero de borrar de la historia los siete años de guerra revolucionaria anteriores al golpe militar del 24 de marzo de 1976. Borrado de la memoria colectiva y, especialmente, entre los miembros de las Fuerzas Armadas.

martes, 6 de agosto de 2013

La familia de Oswaldo Payá pide una investigación internacional sobre su muerte




La familia de Oswaldo Payá coincide en la necesidad de una investigación independiente que esclarezca la muerte del histórico disidente cubano. Para sus familiares, la muerte no se debió a un accidente de tráfico fortuito y la versión oficial del Gobierno cubano «es una burda farsa». Para el hermano de Oswaldo, Carlos Payá, que reside en Madrid, quedan muchos interrogantes sin contestar y hay demasiadas versiones contradictorias.

«Es muy doloroso recordar esto, pero fue muy difícil identificar el cadáver de mi hermano por lo mal y magullado que se encontraba, mientras que los que le vistieron cuentan todo lo contrario». Por eso, «es más necesario que nunca una investigación independiente, no que la hagamos nosotros».

Y es que los familiares de Payá han buscado respuestas desde aquel trágico 22 de julio de 2012 y cada vez son más los testimonios que acompañan su versión. Ha pasado más de un año desde su fallecimiento y todavía no tienen la autopsia de Oswaldo, reconoce Carlos a LA RAZÓN. Su sobrina e hija del opositor al régimen de los Castro, Rosa María, explica que normalmente en Cuba el informe forense se otorga al mes de la muerte. Su madre incluso fue a pedirlo formalmente a Bayamo, a pocos kilómetros del lugar del accidente, pero sin suerte.

En el vehículo iba al volante el español Ángel Carromero, de copiloto, el sueco Jens Aron Modig y detrás Oswaldo Payá y el activista cubano Harold Cepero. Los dos disidentes del Movimiento Cristiano de Liberación murieron mientras que Carromero y Modig resultaron ilesos. La Justicia cubana culpó al joven español de 28 años de un doble homicidio involuntario por exceso de velocidad. Sin embargo, la versión se desmonta rápidamente, pues en el accidente estuvo involucrado otro vehículo, «que los embistió por detrás». Tampoco murieron en el momento, como señaló la Fiscalía cubana, pues Carromero y otros testigos los vieron con vida.



Tras la negación de la versión oficial por parte del principal testigo, Carromero, el siguiente paso es una investigación independiente», manifiesta a este periódico Rosa María Payá desde Miami. La hija de Oswaldo recuerda que su padre tenía la nacionalidad española y, por tanto, también es europeo.

«Agradecemos mucho las muestras de cariño constantes y poco ordenadas, pero nos falta un pronunciamiento oficial del Parlamento Europeo y del Gobierno de España».

Obviamente, ella sabe que tras la entrevista que concedió Carromero a un medio español, su versión gana fuerza.

«Sabemos que es difícil que indulten a Ángel porque sería reconocer el probable asesinato de mi padre. Pero ya es hora de que se produzca una investigación internacional». La hija de Payá asevera que el Parlamento Europeo concedió un premio Sajarov a Oswaldo y que entiende que los esfuerzos del Gobierno español se centraran en que Carromero volviera sano y salvo a suelo español, pero «los hechos son más que suficientes y ante la muerte de un ciudadano europeo ni Bruselas ni Madrid se pueden quedar callados».

LA RAZÓN.es
Madrid
05.08.2013

sábado, 3 de agosto de 2013

FARC: banda terrorista comandada por... ¡terratenientes!


Cuando la Fiscalía informó hace unos meses que las FARC despojaron 700.000 hectáreas a los campesinos y que eran uno de los grandes terratenientes del país, los jefes de la banda terrorista se indignaron y tacharon de mentirosos a los investigadores y al gobierno; pero tras haberse desenscriptado las computadoras de los comandantes eliminados por el Ejército colombiano, se ha comprobado que el fundador de la organización criminal, Manuel Marulanda, alias 'Tirofijo', y quien fuera durante lustros el jefe militar, Jorge Briceño, alias 'Mono Jojoy', dejaron huellas de sus propiedades en multitud de correos electrónicos y documentos que guardaban en los ordenadores de éste último.

Hasta el momento, hay registros de fincas por un total de 82.000 hectáreas en el Caquetá, departamento del sur del país, aunque aún quedan archivos por abrir. "Finca de 'Manuel Marulanda', con búnker a control remoto y dos túneles construidos por iraquíes. "Zoológico", dice uno de los informes que reveló el diario 'El Tiempo'. Finca 'Grannobles' (un hermano de Jojoy y también un poderoso comandante), cercana a la de 'Marulanda', con abundante ganado", indica otro.

En uno de los correos se refieren a que todas las tierras en un área de 150 kilómetros del departamento del Caquetá, donde siempre han ejercido un férreo control en vastas áreas, son suyas. Los cálculos de los fiscales sobre algunos bienes arrojan cifras astronómicas: a lo largo de los años, las FARC y sus jefes llegaron a poseer unas 900.000 reses.

"Están contabilizadas hasta el momento 900.000 reses. Terminar de hacer el registro de todos los vienes del Movimiento", fue uno de los mensajes que recibió 'Jojoy' de uno de los jefes de finanzas del Bloque Oriental, que él comandaba. Otros refieren fincas de 5.000 hectáreas con 16.000 cabezas de ganado.

Una de las conclusiones es que ambos líderes, venerados por la guerrilla del Partido Comunista de Colombia, llevaban muy de la mano todo lo relativo a las propiedades. Algo que resulta paradójico si tenemos en cuenta que las FARC (y sobre todo 'Marulanda') justifican su terrorismo en la lucha por una reforma agraria que dé tierras a los campesinos pobres. Asimismo, critican que la oligarquía rural y las grandes empresas despojen a los labriegos de sus posesiones, cuando la propia guerrilla ha amasado su ingente fortuna robando animales y fincas, asesinando, extorsionando, amenazando o desterrando a los legítimos propietarios. Además, claro está, de los miles de millones de dólares obtenidos con la producción y exportación de cocaína.

Otro aspecto de los ingresos de la guerrilla que ha quedado al descubierto es el pago del "impuesto revolucionario" por parte de empresas que trabajan en las regiones donde tienen fuerte presencia. La empresa KC (por ejemplo), que abastece de refrigerios y comidas frías a todos los pozos de Causiana GRM (una de las explotaciones petroleras más importante del país), pagó 45 millones de pesos (20.000 euros) en tres plazos en el año.

Ahora las autoridades tendrán que evaluar qué hacen con las compañías que pagan; una realidad, este chantaje, de lo que EL MUNDO ha informado en el pasado: que resulta imposible trabajar en zonas bajo control de las FARC o el ELN (Ejército de Liberación Nacional) sin "pasar por caja". El gobierno ya ha advertido en varias ocasiones que expulsará a quien sucumba a las amenazas.


Salud Hernández-Mora
Bogotá
Para EL MUNDO (Madrid)