martes, 22 de marzo de 2016

24-Marzo-1976: Cuarenta años de ‘Relato’





Jorge Fernández Zicavo

Cuarenta años después, no tiene sentido recopilar lo ocurrido aquel día ni repasar las etapas gubernamentales del Proceso de Reorganización Nacional porque ambos hechos son sobradamente conocidos, pero sí quisiera destacar las columnas vertebradoras del 'Relato CONADEP' sobre el Golpe y posterior 'Proceso'.

1. Golpe de Estado contra un Gobierno constitucional
2. Terrorismo de Estado
3. Genocidio

Obviamente, hubo un Golpe de Estado, un quiebre de la legalidad constitucional, pero el 'relato CONADEP' (en adelante, 'Relato'), omite su contexto histórico.
Lo que se interrumpió el 24-M-76 fue una legalidad republicana meramente formal, al borde de la implosión tras el desastroso Gobierno presidido por María Estela Martínez de Perón y varios años de subversión marxista o conflicto armado interior contra el Estado y la sociedad. Y fue quebrada para restaurarla una vez derrotada la guerra civil revolucionaria desencadenada en 1969 por bandas apátridas subordinadas a una Cuba castrista que, a su vez, en aquellos años de 'guerra fría' era mercenaria de la Unión Soviética. Que esa intervención restauradora debió haber finalizado en 1979, cuando las operaciones contraterroristas ya habían terminado, y no en 1983, no altera lo sustancial: que las FFAA, tras cumplir su misión como última ratio defensiva de la seguridad nacional y de la República fundada en 1853, entregaron el poder a la sociedad civil y regresaron a sus bases y cuarteles.

La segunda columna argumental del 'Relato' es Terrorismo de Estado. Objetivamente no existió tal cosa, sino justamente todo lo contrario: Contraterrorismo de Estado; aniquilación de un 'terrorismo contra el Estado' que pretendía implantar una dictadura comunista de partido único a imagen y semejanza de la castro-cubana. Los únicos aterrorizados fueron los terroristas; el resto de los ciudadanos, y los partidos políticos, incluido el Comunista que repudió la estrategia de lucha armada, no fueron molestados.

La tercera, es el Genocidio de 30.000 'militantes populares' u 'opositores a la dictadura militar' desaparecidos. Esta otra falacia histórica se alimenta de, al menos, tres mentiras:

1- La cifra de 30.000 desaparecidos ya ha sido definitivamente acreditada como falsa; tanto por la actualización del listado CONADEP llevado a cabo por el Gobierno presidido por el nada sospechoso ex montonero Néstor Kirchner en 2006, que estableció la cifra de 6.415, como por el testimonio del ex terrorista montonero Luis Labraña explicando que la cifra 30.000 se eligió arbitrariamente para recibir fondos de un organismo noruego de Derechos Humanos. También es evidente que esa cifra propició el escandaloso reparto de unos 1.800.000.000 de dólares entre familiares de los desaparecidos, una titularidad que, por otra parte, es incierta, pues la lista de perceptores continúa siendo secreta.

2- Respecto a la identidad de los desaparecidos, el 'Relato' se cuida muy bien de silenciar que no eran personas ejecutadas al azar, ni 'por sus ideas' como se alega cínicamente, sino integrantes de organizaciones terroristas alzadas en armas contra el Estado y aniquilados por éste en el curso de una guerra contrarrevolucionaria ordenada extraoficialmente por el presidente Perón y oficialmente por la presidenta María Estela Martínez. Durante 31 años, el listado de la CONADEP no indicó la organización donde militaban los desaparecidos. Acaban de hacerlo hace unos seis meses, y para colmo, con muchos errores.

3- Finalmente, el 'Relato' sostiene una mentira tan grosera, como que las organizaciones terroristas solo operaron contra la dictadura militar del Proceso, es decir, a partir del 24 de marzo de 1976. Produce vergüenza ajena tener que refutarles: su 'lucha armada' se inició entre 1959-60 durante el Gobierno constitucional de Arturo Frondizi (UTURUNCOS), tuvo una segunda fase entre 1963-64 durante el Gobierno constitucional de Arturo Illia (EGP), una tercera durante las dictaduras militares de Onganía, Levingston y Lanusse (1969-1973) y una cuarta durante los gobiernos constitucionales de Héctor Cámpora, Raúl Lastiri, Juan Domingo Perón e Isabel Martínez de Perón (1973-1976); estas dos últimas fases (1969 a 1976) por MONTONEROS, ERP, FAR, FAL y FAP. Es decir, que cuando se produjo el Golpe del 24 de marzo de 1976 la subversión marxista llevaba operando esporádicamente 17 años; y de forma continuada y caracterizada por ella como Guerra Civil Revolucionaria, durante 7 años (abril 1969-marzo 1976).

Termino esta nota con una breve alusión a la teoría de los dos demonios difundida por el Gobierno del ex abogado defensor de terroristas erpianos Raúl Alfonsín.
Es evidente, si aplicamos la lógica causa-efecto, que no hubo dos 'demonios' sino uno: el terrorismo izquierdista que desató su guerra civil revolucionaria. Con dicha 'teoría' se buscaba quitar importancia al accionar criminal del 'demonio' terrorista, volverlo difuso, secundario o meramente anedótico en la percepción de los ciudadanos, y resaltar la violencia del 'demonio' estatal. A su vez, esa simplificación binaria e intoxicadora generó una lógica perversa: si no hubo un 'demonio' terrorista, no hubo víctimas del terrorismo. En consecuencia, impunidad penal para los terroristas victimarios y ostracismo social para sus 18.000 víctimas civiles, policiales y militares (1.094 mortales).

Como es bien sabido, aquella falsificación de la historia iniciada por la CONADEP de Alfonsín (y de marxistas como Sábato, Strassera o Moreno Ocampo), asumida y divulgada por los siguientes gobiernos mediante poderosos aparatos de comunicación y educación, consiguió imponer la narrativa histórica izquierdista en la sociedad, triplicar el negocio de sus hipócritas Derechos Humanos y llevar a cabo los prevaricadores juicios de Lesa Humanidad contra militares y policías que combatieron por la República con decretos emitidos por un Gobierno constitucional. Asimismo, la existencia de las víctimas del terrorismo, a las que una sociedad inmoral y amnésica no quiere ver ni escuchar porque sus testimonios desnudan la farsa del 'Relato', sigue siendo, junto con los presos políticos asesinados en las mazmorras kirchneristas y ahora macristas, el factor esencial de la tan mentada 'grieta': una escisión social que los partidos políticos y los Medios han convertido en crónica gracias a su negativa a abordar la década '70 con datos y documentos históricos, y no con los mitos intoxicadores de una historieta escrita por una izquierda que fue y sigue siendo, apátrida y mercenaria. De Cuba entonces; y ahora, junto con Irán (Quebracho) y Venezuela.

Para muchos argentinos este podría ser el balance de una dinámica histórica perversa que, en este 40º aniversario del 24-M-76, todo indica que continuará bajo el Gobierno de Mauricio Macri.


sábado, 19 de marzo de 2016

La tramposa "desclasificación de archivos"




Jorge Fernández Zicavo

Ante la próxima visita oficial a Argentina del presidente de los Estados Unidos, Hussein Barack Obama, se ha anunciado que habrá una desclasificación de archivos estadounidenses relacionados con el Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y la posterior represión de las organizaciones terroristas-paramilitares de extrema izquierda que venían operando desde abril de 1969 para tomar el poder mediante una estrategia de guerra revolucionaria.

Cualquiera que haya estudiado el accionar de dichas organizaciones durante esos siete años sabe que esos archivos sólo aportarán datos accesorios o anecdóticos (aunque a los ciudadanos no informados o desconocedores de las técnicas de manipulación informativa tal vez puedan parecerles espectaculares), porque lo sustancial de la documentación relacionada con las comunicaciones entre la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires y las distintas agencias gubernamentales estadounidenses, así como la originada en el seno de las Fuerzas Armadas argentinas para planificar la guerra contrarrevolucionaria, hace ya muchos años que se ha publicado en nuestro país, tanto en la prensa como en libros e Internet. Resumiendo, la anunciada desclasificación será, básicamente, una operación de la propaganda macrista destinada a dotar de espectacularidad al 'deshielo' de las relaciones Argentina-EE.UU. tras la agresividad 'antiimperialista' del régimen de los ex montoneros Kirchner; y durante la oportuna semana del 'deshielo' Cuba-EE.UU.

Pero los publicistas de la Casa Rosada no solo persiguen ese objetivo, sino, también, colocar a Macri en la órbita de la selecta estrella de los Derechos Humanos; esa nueva cruzada progresista y de exquisita corrección política que tantos beneficios políticos y financieros prodiga, y que hasta puede obsequiar a algunos con el Premio Nobel, o con rosarios bendecidos por el izquierdista Papa "Francisco" Bergoglio.

Al respecto, hay que señalar que Macri se ha posicionado en un terreno muy específico de los Derechos Humanos: el diseñado y sostenido durante doce años como política de Estado por el régimen kirchnerista, es decir, 'derechos' exclusivamente para los terroristas aniquilados por las fuerzas militares y policiales siguiendo lo ordenado por decretos de un gobierno constitucional en el contexto de una guerra civil revolucionaria contra la sociedad y el Estado. Asimismo, y como consecuencia de lo anterior, Macri ha confirmado que continuarán los prevaricadores juicios de Lesa Humanidad contra los militares y policías que combatieron al terrorismo.

Este posicionamiento en los Derechos Humanos "K" ya es oficial, una política de Estado del Gobierno Macri, pues tanto él como su jefe del gabinete de ministros Marcos Peña, su ministro de Justicia y DD.HH. Germán Garavano y su secretario Claudio Avruj, han dicho de manera inequívoca en varias entrevistas, que no solo asumen como propia la política de DD.HH. del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, sino que, incluso, han llegado a ponderar sus excelencias:
Garavano. "Banderas y logros en Derechos Humanos que hay que reconocer del gobierno anterior"



Bien. Tras señalar esta demagógica desclasificación de documentos estadounidenses, sostengo que esta operación de propaganda del Gobierno Macri es una tomadura de pelo a los ciudadanos, pues, habida cuenta de que poco o nada aportarán a la documentación histórica de la década ’70, es una perversa maniobra de distracción para encubrir lo único verdaderamente importante que permanece oculto a los historiadores y al pueblo argentino: los archivos secretos cubanos. Concretamente, los del Dpto. América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (Partido-Estado, recordemos), el organismo encargado de iniciar la guerra revolucionaria en toda América Latina que diseñó, financió, dio asistencia logística (campamentos de entrenamiento militar), coordinó (JCR: Junta Coordinadora Revolucionaria) y supervisó sobre el terreno mediante el personal de Inteligencia de sus embajadas, a todas las organizaciones terroristas latinoamericanas mediante la 'Operación Fantasma': "Hacer de la cordillera de los Andes la Sierra Maestra de América Latina" fue su consigna fundadora.

A continuación citaré algunas de las vinculaciones acreditadas que hubo entre el Estado cubano y la subversión armada en Argentina.

1959. El Estado cubano organizó el primer 'foco' de guerrilla rural: UTURUNCOS, en Tucumán y Santiago del Estero, más una célula de terrorismo urbano en Buenos Aires. Gobierno constitucional de Arturo Frondizi

1963. El Estado cubano organizó un segundo 'foco' de guerrilla rural: Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP) en Salta, más una célula de reclutamiento y logística en Buenos Aires, Capital Federal. En esta 'Operación Penélope', participó también la Argelia socialista y las comunistas Checoslovaquia y República Democrática Alemana; todo ello con pleno conocimiento de la Inteligencia soviética. Gobierno constitucional de Arturo Illia.

1966. Una delegación de la heterogénea izquierda argentina asistió a la Primera Conferencia Tricontinental celebrada en La Habana entre el 3 y 15 de enero. Objetivo de la Conferencia: "alcanzar la unidad de las fuerzas revolucionarias de América, Asia y África en sus luchas por la liberación, independencia y soberanía de los pueblos frente al imperialismo". Estos viajes, que se repetirían durante varios años, especialmente para el entrenamiento militar, se hacían clandestinamente vía Praga, donde la Inteligencia checa les daba a los viajeros un pasaporte cubano 'especial' que luego les eran retirados al regresar.

1967: Una delegación de 180 argentinos de distintas corrientes de la izquierda asistió a la Conferencia de la OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad) celebrada en La Habana entre el 31 de julio y el 10 de Agosto. En ella, el presidente cubano Dorticós y el jefe del Estado, Fidel Castro, proclamaron oficialmente la Guerra Revolucionaria en toda América Latina. En la Conferencia se fundó un Ejército de Liberación (ELN) a escala continental, dividido en Columnas, que denominaron Sectores. A los argentinos, según sus divisiones ideológicas, se les asignaron los sectores 2, 4 y 8.

1968. El Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) celebró su IV Congreso presidido por el secretario general Mario Roberto Santucho, afirmando que coincidían con Cuba en que, Argentina y demás países del Cono Sur, eran la "segunda zona táctica de la guerra antiimperialista del continente" y que, en su primera etapa, la lucha armada en Argentina sería esencialmente "una guerra civil que se iría transformando en una guerra nacional antiimperialista".

1971. En julio, Santucho (en 1970 el PRT había fundado su Ejército Revolucionario del Pueblo: ERP), viajó a Cuba invitado para los festejos del 18º aniversario del asalto de los guerrilleros castristas al cuartel de Moncada.

1972. Tras la fuga del penal de Rawson, los más importantes de los 'cuadros' del ERP, FAR y MONTONEROS se trasladaron a Chile en un avión secuestrado y posteriormente siguieron viaje a La Habana.

1974. En agosto se fundó en Buenos Aires bajo la dirección de Santucho, la JCR acordada en la OLAS cubana. Integrada por ERP, TUPAMAROS de Uruguay, el MIR chileno y el ELN boliviano. Al mes siguiente, tras el secuestro de los hermanos Born, el comandante montonero Firmenich viajó a La Habana y luego a Moscú. De los 60.000.000 de U$D pagados por los Born, 50 fueron depositados en Cuba mediante valijas diplomáticas de su Embajada en Buenos Aires. Es muy posible, por lo tanto, que el viaje de Firmenich estuviera relacionado con esa operación.

1978. En marzo la Conducción del Partido-Ejército Montonero refugiada en México, se trasladó a La Habana. De aquella etapa de residencia ha quedado la conocida foto de la Guardería que el Gobierno les obsequió para sus hijos.

Finalmente, en su libro Nadie Fue, Juan Bautista Yofre identificó a los agentes cubanos de Inteligencia destinados en la Embajada de Buenos Aires que mantenían reuniones periódicas con los jefes de las organizaciones terroristas argentinas.

Naturalmente, también deben tenerse en cuenta los numerosos viajes de izquierdistas a Cuba para los entrenamientos militares. La SIDE calculaba su número en unos 1.500


Terroristas argentinos en campo de entrenamiento de Tropas Irregulares. Guanabo, Cuba.


La conclusión de todo esto es obvia: si tenemos conocimiento de estos datos ¿cuántos serán los que desconocemos, los más 'secretos'?

Estos, los cubanos, serían los archivos verdaderamente relevantes que Macri y su hipócrita operación propagandística funcional al Relato "K", debería pedir al sangriento dictador Raúl Castro si realmente su intención fuera "conocer la verdad, toda la verdad" de lo ocurrido en la década argentina del '70.