jueves, 28 de octubre de 2010

UNO menos... pero todavía UNA más

7.11.2007 - Inaugurando "el muro de la infamia"



Néstor Carlos Kirchner Ostoic


¿Qué se recordará de este individuo?

Que entregó ministerios, secretarías de Estado, embajadas y la televisión estatal a antiguos terroristas. Entre ellos, un asaltante del Comando de Sanidad Militar donde murió en combate un teniente coronel del Ejército; un ministro involucrado en el homidicio de dos civiles por atentado con explosivos; y un embajador que asesinó a un oficial retirado de la Armada en la ciudad de La Plata.

Que erigió el único Memorial del planeta dedicado a glorificar el terrorismo. A esos 6.000 fanáticos criminales aniquilados por las fuerzas del Estado cumpliendo las órdenes de un gobierno constitucional.

Que, además de esta apología del terrorismo marxista que produce estupor en el extranjero, se atrevió a recompensar a sus familias -cómplices- con 224.000 dólares.

Que humilló al Ejército de la Nación en un show esperpéntico cuyas fotografías dieron la vuelta al mundo.

Que en unión del eterno asesor jurídico de Montoneros, Esteban Righi, a quien nombró Procurador General, manipuló el texto del Estatuto de Roma para justificar el procesamiento por crímenes de Lesa Humanidad a cientos de militares y policías que hicieron posible la victoria de la Nación, el Estado y la sociedad argentina toda, contra las izquierdas apátridas y mercenarias del Estado cubano.

Que corrompió las mentes de centenares de miles de niños y adolescentes mediante un adoctrinamiento falsificador de la historia argentina, eliminando de ella los años de guerra revolucionaria que precedieron a la contraofensiva estatal iniciada en febrero de 1975 por el gobierno de María Estela Martínez de Perón.

Que todas estas medidas estuvieron destinadas a vengarse de quienes derrotaron la subversión marxista armada, e introducir en la sociedad argentina del siglo XXI pulsiones fraticidas de odio y guerracivilismo.

Que cedió un despacho en la ¡casa de gobierno! a la subversiva Bonafini que proclama su apoyo a las FARC, Hamás y Hizbollá, y aloja en su "universidad" a terroristas etarras buscados por Interpol. También contrató como funcionaria de la Presidencia a la mujer de un terrorista reclamado por la justicia chilena que Cristina Kirchner denegó extraditar. Por otra parte, la narcodemocracia argentina iniciada durante los gobiernos de Menem ha seguido creciendo estructuralmente bajo el regimen K, siendo hoy el territorio nacional un importante refugio de terroristas; y "zona libre" para el tráfico de armas y drogas con pistas de aterrizaje ilegales y radares "ciegos". Hace dos meses (el sistema a veces falla) la PPBA y Gendarmería interceptaron en Tres Arroyos un container con 960 fusiles AK-47 "Kalashnikov". El arma que Venezuela está entregando a las izquierdas neo-bolivarianas del continente.

Que reclutó en las villas miseria una "fuerza propia" con grupos piqueteros de la ultra izquierda post erpiana y montonera, para provocar, amenazar y atacar a sus opositores. Estas auténticas milicias rojas, extremadamente violentas y mafiosas, cortan rutas y cercan ciudades cobrando peaje, protegidas por el Ministerio del Interior que ordena "zona libre" policial.

Que durante sus gobiernos la delincuencia alcanzó magnitudes nunca vistas en el país. Las tácticas delictivas de "motochorros", secuestros- express y "salideras bancarias", provocan el asesinato de cientos de argentinos cada año ante una tolerancia cómplice de los gobernantes que bien podría calificarse como Terrorismo de Estado.

Que en sólo cuatro años de gobierno amasó una enorme fortuna que le convirtió en uno de los hombres más ricos del país. Impidiendo, claro está, ser investigado.

Por todo esto, su desaparición tendrá consecuencias políticas positivas porque acelarará la descomposición del actual gobierno, despejando así el camino hacia el restablecimiento de la democracia, la concordia social y el Estado de Derecho. Pero habrá que estar alerta, porque queda un año de por medio, y las orgas subvencionadas (piqueteros, extremas izquierdas, hijos, madres, abuelas y mafias sindicales y derechohumanistas) cuyas cuentas bancarias y protagonismo político peligran, intentarán provocar la radicalización "bolivariana" del régimen K. Podemos darlo por seguro. Es de manual.



Jorge Fernández Zicavo

28.10.2010


martes, 26 de octubre de 2010

Día Nacional de las Víctimas del Terrorismo en Argentina: un texto memorable




Palabras del Dr. Emilio Hardoy en Plaza San Martín
el 5 de octubre del 2010

La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia adhiere a este homenaje a las víctimas de la subversión.

Si los métodos cambiaron, no cambió la subversión en sí, como tampoco cambiaron su ideología ni sus fines. Al menos por ahora, y quiera Dios que para siempre, ésta dejó de lado los homicidios de inocentes; esos homicidios que se jactaba de ejecutar con saña y con alevosía. Lo que no dejó de lado es su declarada voluntad de imponer una ideología que fracasó en todo tiempo y lugar.

Claro está que este gobierno no profesa aquella ideología. Nuestro gobierno no es marxista. No es de izquierda, de derecha, ni de centro. Es apenas una cleptocracia funcional a los verdaderos ideólogos, de quienes sólo pide a cambio el silencio cómplice para sus negocios sucios.

No esperemos una sincera declaración de principios de quien, en aquellos años turbulentos, huyó a la lejana Patagonia para perseguir deudores hipotecarios. Ni tampoco de esa frívola mujer que hoy ocupa la primera magistratura como testaferro de su marido. Nunca declararán sus principios; sencillamente porque no los tienen. Cuando todo esto termine, ellos no ocuparán lugar alguno en la historia de las ideas políticas. Se tendrán que contentar con las crónicas policiales.

Ahora bien, la cuestión no se limita a estos afanes de riqueza. Cual precio de su impunidad, abrieron la función pública a homicidas y a mentores de homicidas que no expresaron el menor arrepentimiento.

Hoy se exalta a los malhechores con cargos encumbrados, se los remunera a costa del erario con rentas que mal se avienen con su declamado idealismo; y mientras tanto, se olvida a sus víctimas, se distorsiona la historia, se predica el odio y se renueva la división de los argentinos.

Nuestra presidente dijo días atrás que los medios “engañan, mienten y buscan enfrentar a los argentinos”.

¡Qué buena caracterización de su propio gobierno!

De un gobierno que reabre antinomias que creíamos sepultadas para siempre. Que miente al pueblo argentino al imponerle una historia adulterada.

Que invoca normas y principios jurídicos inexistentes para perseguir a quienes vencieron en una guerra justa.

Es un gobierno que instauró un derecho penal de enemigos; que desconoce el valor de la cosa juzgada, la garantía del debido proceso, el principio de legalidad según el cual ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso.
Un gobierno que desprecia la presunción de inocencia y la irretroactividad de la ley penal.

No son estas meras abstracciones.

Hablo de hechos concretos: de presos políticos, de ancianos sometidos a sevicias, de parodias de juicios con condenas dictadas de antemano, de resoluciones judiciales inspiradas en el odio y la venganza, y hablo también de jueces que de tales tienen sólo el nombre, pues son serviles instrumentos del Poder Ejecutivo.

En poco más de un año, esta Asociación viajó por buena parte del país. Asistió a juicios escandalosos, a testimonios ostensiblemente mendaces, a maltratos y a condiciones inhumanas de detención. Ya son 120 los muertos en prisión, muchos de ellos a causa del abandono de los jueces que se supone debían velar por sus derechos y garantías.




Pero en nuestros viajes no sólo vimos la ruindad de estos jueces prevaricadores. También vimos a empeñosos abogados defensores. A soldados que entienden su cautiverio como un nuevo acto de servicio que su Patria les demanda cuando ya podían aspirar a un retiro decoroso. A mujeres que honran cada día sus promesas matrimoniales acompañando a sus maridos en la adversidad. Vimos, en fin, a hombres y mujeres cuya nobleza nos permite confiar en la ansiada redención de nuestra Patria.

Tengo un mensaje para la opinión pública, del que espero tomen buena nota el Gobierno y quienes comandan nuestras Fuerzas Armadas; sobre todo algunos generales, almirantes y brigadieres que olvidan a sus hombres caídos en manos del enemigo mientras departen afables con los asesinos de sus camaradas. Se los envío desde aquí, seguro de que les llegará por medio de los sujetos que habitualmente mandan a estas reuniones con fines de delación.

Sepan que no venimos a cohonestar ningún crimen. Quienquiera que aprovechara aquella guerra fratricida para delinquir, es un criminal. Como tal queda ante Dios y ante la historia. Pero los crímenes de pocos o de muchos – aquéllos que no se pudo o no se quiso juzgar cuándo y como correspondía – no desmerecen la justicia de la guerra por nuestra subsistencia como Nación. Ellos no son pretexto para olvidar a las víctimas inocentes ni para encarcelar a la ligera a cuantos combatieron al terrorismo, por el solo hecho de haberlo combatido y omitiendo valorar si sus conductas individuales fueron o no ajustadas a derecho.

Nuestra prédica no reivindica a ningún gobierno anterior. Quede esto para el juicio de la historia y de las opiniones personales.

Nuestro mensaje es una invitación a la Concordia. A pesar de las iniquidades pasadas y presentes, estamos siempre dispuestos a la reconciliación. No odiamos a nadie. Pedimos y ofrecemos la paz.

Pero la paz que pedimos y ofrecemos no es la paz de los cementerios. Demandamos la paz en el orden, la paz que impone rectificar conductas, deponer rencores y entregar las armas que empuñaron contra la Nación; las armas que, hace apenas algunas semanas, Cirilo Perdía admitió que no habían enterrado.

Yerran quienes dicen que no es posible alterar el rumbo; que nos viene impuesto por vaya uno a saber qué normas, tratados, costumbres u organismos internacionales. No existe ninguna norma, no hay ningún tratado, ninguna costumbre internacional, ningún organismo, no existe absolutamente nada que pueda impedir la reconciliación de los argentinos.

La ley no es un ídolo ante el cual se sacrifican los mayores bienes de la sociedad. Eso sólo acontece en regímenes tiránicos como el que ahora padecemos. La ley sólo merece ese nombre cuando es justa y ha sido promulgada para el Bien Común. Existen principios inmutables que inspiran a toda ley y que prevalecen sobre ella: Justicia, Bien y Verdad. Es en torno a estos principios que la Argentina renacerá, con la ayuda de Dios y por intercesión de su Patrona, la Virgen de Lujan, a quien encomendamos confiados esta intención.


http://hijosynietosdepresospoliticos.wordpress.com/


http://www.periodismodeverdad.com.ar/2010/10/07/palabras-del-dr-emilio-hardoy-en-el-acto-del-5-de-octubre-en-el-que-se-homenajeo-a-victimas-del-terrorismo/


sábado, 16 de octubre de 2010

El Suicidio Argentino


Piqueteros: terrorismo de Estado.

Termidorianos se complace en publicar un texto de Abel Posse que en su momento (06.2009) causó un fuerte impacto en la sociedad argentina, pero que sigue teniendo plena e inquietante vigencia. Más aún; creemos que la seguirá teniendo durante algunos años más.


El Suicidio Argentino

Abel Posse


Está en el gobierno evitar que se ahonde la división de los argentinos. Debe promover la reconciliación y tener la grandeza de fundamentarla en una gran amnistía nacional (que, incluso, beneficiaría a centenares de subversivos).

Sentimos que la Argentina ingresó en un clima negativo, de tensiones que no propician la buena convivencia ni aseguran la paz social.

Hay un aire de violencia difuminada por las calles, desde la vergüenza de los domingos de fútbol y garrotazos hasta las bandas de matones y drogados adueñados de los barrios marginales ante la indiferencia gubernamental.

La Argentina tiene ya entre 800.000 y un millón de jóvenes calificados de ‘marginales estructurales’.
Son carne para todo delito o vandalismo.

Están al margen de la educación, de toda autoridad familiar, carecen de trabajo y de otra perspectiva existencial que no sea el nihilismo y la anarquía.

Con planes anémicos, se elude en realidad enfrentar este enemigo colosal del futuro argentino y de la paz social.

Ante esta evidente violencia difusa, todavía sin conducción, el gobierno y todos los sectores políticos deberían estar alertas y actuantes. Esta crispación evidente, este vandalismo descontrolado y no debidamente reprimido puede desbordarse y sorprender a las autoridades.

Algunos nostálgicos, revolucionarios con esquemas del siglo pasado, podrían ver en esos marginales, masas de maniobra para acciones violentas.

Cortan rutas y cercan ciudades cobrando peaje... con "zona libre" policial.

Alguien puede estar soñando con alguna convulsión nostálgico-revolucionaria que dejaría a nuestro gobierno ante los mismos dilemas y ambigüedades que vivió el famoso Kerenski, en 1917, apretado entre sus flojeras revolucionarias y su realidad de dirigente burgués.

Si hablamos sin hipocresía, debemos observar que contra los militares se hizo más justicia de la debida –y esto es injusticia–.

Se los discriminó judicial y jurídicamente, alterando uno de los fundamentos básicos del derecho (argentino y mundial): la no retroactividad de la ley, especialmente la penal.

Se anularon indultos con irritante parcialidad, al punto que asesinatos y estragos masivos causados por los insurrectos aparecen como actos no condenables, aunque hayan dejado un tendal de víctimas inocentes: empresarios, policías, militares y conscriptos.

También se fabricó una visión casera de los delitos de lesa humanidad (¡excluyendo al terrorismo!).
Ametrallar a conscriptos indefensos bañándose, como pasó en el ataque terrorista al regimiento de Formosa, es monstruoso y de lesa humanidad, sea que los asesinos hayan vestido uniforme o lo hayan hecho con boinas guevaristas como las que usaba Gorriarán Merlo.

Se negó a los oficiales toda exculpación por el juramento de obediencia y verticalidad ante sus mandos, principio básico de todas las fuerzas armadas del mundo, sin el cual sería imposible actuar y comandar en guerra. (Ojalá no le toque al presidente una policía o un ejército que algún día le diga: ¡Voy a ver si tiro, déjemelo pensar!)

De modo que después de los juicios a las juntas militares y de tantas condenas, los que ejercieron la violencia por orden del Estado carecen de toda esperanza legal.
Los violentos del otro sector, con sus miles de atentados, reciben un trato inaceptable en sociedades civilizadas.


M. E. Firmenich. Como fundador y jefe máximo de Montoneros es responsable de -al menos- 400 asesinatos y homicidios. En 27 años de democracia y presunto Estado de Derecho no ha sido juzgado

El gobierno fabrica una ilegalidad prêt-à-porter para condenar lo que considera la ilegalidad militar, que le parece insuficientemente castigada (y este matiz no viene del Derecho, sino de la ideología).
Esto hace que se desmorone el edificio legal desde sus bases romanas y germánicas e instaura un inédito caos, al afectar el rigor de la razón jurídica.

Desde ahora, la ley a medida de la voluntad política dominante será una anomalía que podría extenderse más allá del tema de los años ‘70.

Esta es la base de una ilegalidad que pagaremos muy caro. Afectará a nuestra economía, a las inversiones, a las libertades productivas y creativas. Y será un grave ataque a la Constitución: se abriría la puerta a un autocratismo seudodemocrático.

Vivimos en un país desopilante, pese a las enfáticas declaraciones del presidente de que volvemos a ser un país serio.

El gobierno constitucional, en 1975, ordenó a las FF.AA. aniquilar (sic) a la guerrilla, con la aprobación y la firma de sus máximos dirigentes, que pertenecían al mismo partido que hoy, treinta años después, apaña al residuo de subversivos, los destaca casi como personalidades morales, los acoge en el gobierno y hasta les paga una abundante indemnización por las molestias causadas…

A la vez, se busca mantener ilegítimamente encarcelados a los militares que cumplieron el mandato del gobierno peronista, logrando el cometido de desarticular–aniquilar (sic)– la guerrilla en apenas diez meses, cuando a comienzos de 1977 la dirigencia subversiva se estableció en el exterior, con admirable prudencia estratégica.

Nadie se volvió contra los que ordenaron esa aniquilación de la impopular guerrilla cumpliendo con la defensa del Estado agredido y adecuándose a lo escrito por Perón en ocasión del ataque al regimiento de Azul en 1974: a los terroristas hay que eliminarlos uno a uno, por el bien de la República.
Los oficiales y hasta los soldados son procesados y reprocesados en un ejercicio de venganza disfrazada de justicia.

Pero los comandantes políticos que dieron al Ejército la orden de aniquilar ni siquiera son contemplados.

O todos o ninguno…

¿Cuántas renuncias de afiliación se produjeron en el peronismo de 1975 por ese decreto de aniquilación?

¿Cómo puede hablarse de justicia sin la mínima coheren-cia?

Nada indigna más que las asimetrías. Sin coherencia ni rigurosa igualdad no hay ley, pero tampoco hay paz. El gobierno se pone en una situación ilegítima. Se ubica fuera del orden jurídico constitucional, por más que reciba dóciles apoyos parlamentarios. A la violencia e inseguridad cotidiana se suma la división que nos causa el viaje de justicia-venganza hacia el pasado.

La violencia de los muertos acecha la paz de los vivos.

Una generación desgraciada y sepultada invade nuestro hoy y aquí. Empezamos a sentir el peligro de trasvasar el resentimiento de la generación pasada a la actual.

En la Argentina no se entiende la discreción ante el juicio del pasado que tuvieron países que sufrieron grandes hecatombes, con millones de víctimas.

Son los casos de Rusia, Francia, Alemania, España, China, Italia, Japón..

Se actuó con una justicia simbólica.

En esos pueblos con experiencia de desdichas ancestrales saben que es necesario impedir que las generaciones nuevas se infecten con los odios de un pasado inexorable.

Permitirlo –o provocarlo, como en nuestro caso– equivale a fabricar y establecer un odio virtual, abstracto. Que en el plano histórico-político los vivos quieran vengar a sus muertos por medio de la justicia sería perverso e inútil. Equivaldría a agregar odio al odio y dolor al dolor.

En Nüremberg fueron condenadas 38 personas.

Por lo de Hiroshima, ninguna… Así se explican la conducta de los españoles después de la muerte de Franco y la de Adenauer en 1947 para superar el peso atroz del nazismo con una convocatoria para la reconstrucción de la demolida nación de todos.

De Gaulle suspendió venganzas contra los colaboracionistas y condonó la sentencia a muerte de Pétain, el aliado del nazismo ocupante.

Deng Xiaoping, aunque víctima él mismo y su familia de las atrocidades de la Revolución Cultural de Mao, evitó toda venganza, y hoy el retrato colosal de Mao preside la plaza de Tiananmen.

Los dirigentes de la Rusia post soviética, pese a 70 años de dictadura y al horror del Gulag, supieron respetar al glorioso ejército desde la interpretación nacional, no partidaria.

Era el ejército de Stalin y Trotsky, pero era el heredero de Kutuzov, del triunfo sobre Napoleón en Borodino, de la gloriosa defensa de Moscú y Leningrado.

Ningún país repudió a su ejército por lo que le exigieron sus gobiernos.

Ni Francia por lo de Argelia, ni Alemania por las matanzas de Rusia, ni Rusia por las masacres de Polonia y Berlín, ni Estados Unidos por Hiroshima.

Para bien o para mal, los ejércitos somos todos, los gobiernos somos todos.

Como afirmó Sartre, todos somos responsables de nuestra historia. ‘Soy tan responsable de la guerra como si yo mismo la hubiese declarado’. Por el bando subversivo debe decirse que transformar a los guerreros que jugaron con coraje su apuesta marxista revolucionaria en inocentes y víctimas neutras es la mayor deslealtad para con su memoria (el jefe mismo de ese bando expresó esto con indignación).

Todos los ejércitos del mundo están empeñados en su mayor eficacia, más allá de las coyunturas que hayan vivido. Estamos en un momento peligroso, casi sin otro derecho internacional que el de la fuerza.

Hay proyectos para declarar patrimonio de la humanidad las reservas de agua dulce, las pesquerías, reservas energéticas y espacios vacíos.

Debemos tener fuerzas disuasivas.

El mundo está más cerca de la política decimonónica de puro poder que de los sueños de las Naciones Unidas en el siglo XX.

Nuestro camino es optimizar la defensa nacional y regional.

Brasil, Chile, Venezuela y Colombia incrementan su poder militar, mientras que la Argentina se aproxima a la indefensión y a la continua descalificación de sus Fuerzas Armadas.

Con Brasil, con el Mercosur, tenemos que asegurar un gran espacio de paz y de estrategia defensiva. Perdemos energía en la banalidad de las venganzas y en la ilusión de algunos derrotados persistentes que quisieran transformar nuestras FF.AA. en milicias ideologizadas con ideas muertas y enterradas.
Está en el gobierno evitar que se ahonde la división de los argentinos.

Debe promover la reconciliación y tener la grandeza de fundamentarla en una gran amnistía nacional (que, incluso, beneficiaría a centenares de subversivos). En este momento de democracia y de restablecimiento económico tan exitoso, debemos evitar el retorno eterno de las venganzas y aunarnos programáticamente en la conquista del futuro inmediato, como hicieron esos grandes países que se han mencionado..

No se puede engañar a todos todo el tiempo.

Y agregaría a esta máxima famosa:

‘No se puede humillar a nadie tanto tiempo.’
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El autor es diplomático y escritor. Este fragmento pertenece a su libro en preparación “Noche de Lobos”.


Publicado en:
La Historia Paralela
22.06.2009

Los textos de las fotografías pertenecen a Termidorianos.

lunes, 4 de octubre de 2010

Aquel octubre del 75...

12 de octubre de 1973. Se inicia el gobierno J. D. Perón - M. E. Martínez

Curioso mes, muchas veces vinculado a episodios revolucionarios, como el Octubre ruso de 1917 y el español de 1934. O a profundos cambios reformistas, como el peronista de 1945. Pero también, y durante un gobierno peronista, a la contraofensiva termidoriana que acabaría aniquilando al terrorismo marxista que declaró la guerra revolucionaria a la sociedad argentina y al Estado. Bajo el mando de cuadros entrenados en Cuba (Santucho, Abal Medina, Gorriarán, Walsh, Arrostito, Aguirre...) y supervisados por la Junta de Coordinación Revolucionaria creada por la Conferencia de la OLAS en 1967.

Reproducimos el Decreto 2772 del 6 octubre de 1975 que ordenó aniquilar la subversión en todo el territorio nacional. Y de otros que lo complementan e ilustran el contexto político-institucional de la contraofensiva del Estado, que tuvo su punto de partida en el discurso del presidente Perón tras el ataque del ERP a la Guarnición de Azul en 1974: "terrorismo criminal.... aniquilarlos uno a uno".

6 de septiembre de 1975
Decreto 2452 del PEN (BO 12/9/1975)
Ilegalización de Montoneros.
(El ERP ya lo estaba desde 1973)

Visto la intensificación, gravedad y características de los hechos de violencia de los grupos subversivos, y
Considerando: Que el país padece el flagelo de una actividad terrorista y subversiva que no es un fenómeno exclusivamente argentino. Que tal internacionalización dificulta en gran medida la total represión del terrorismo y el proceso de pacificación argentino, lo que exige extremar las medidas tendientes a este objetivo. Que aquella actitud subversiva constitucionalmente configura el delito de sedición. Que no se trata de prescripciones o discriminaciones ideológicas, toda vez que nada justifica la asociación ilícita creada para la violencia y los hechos que la produzcan o la fomenten. Que en tal situación se encuentra el grupo subversivo autodenominado “Montoneros”, sea que actúe bajo esa denominación o bajo cualquier otra.

Por ello, la Presidente de la Nación Argentina, decreta:

Art. 1°- Prohíbese el proselitismo, adoctrinamiento, difusión, requerimiento de ayuda para su sostenimiento y cualquier otra actividad que efectúe para lograr sus fines el grupo subversivo autodenominado “Montoneros”, ya sea que actúe bajo esa denominación o bajo cualquier otra que la sustituya.

Art. 2°- La prohibición del artículo precedente se establece sin perjuicio de la aplicación de la ley 20.840.-

Art. 3°- A los efectos del cumplimiento de los arts. 1° y 2°, el Poder Ejecutivo nacional impartirá las órdenes correspondientes a los organismos pertinentes.

Art. 4°- El presente será comunicado a sus efectos a los señores gobernadores de provincias en su carácter de agentes naturales del Poder Ejecutivo nacional.

Martínez de Perón, Damasco, Garrido, Emery, Corvalán Nanclares, Arrighi y Ruckauf.-

El artículo 22º de la Constitución dice:

"El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición."
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Decreto 2770/75

Fecha: 6 de octubre de 1975.
Publicación: Boletín Oficial, 4 de Noviembre de 1975

Visto la necesidad de enfrentar la actividad de elementos subversivos que con su accionar vienen alterando la paz y la tranquilidad del país, cuya salvaguardia es responsabilidad del gobierno y de todos los sectores de la Nación, y

Considerando:
Lo propuesto por los señores ministros del Interior, de Relaciones Exteriores y Culto, de Justicia, de Defensa, de Economía, de Cultura y Educación, de Trabajo y de Bienestar Social, el presidente provisional del Senado de la Nación en Ejercicio del Poder Ejecutivo en acuerdo general de ministros, decreta:

Art. 1°-- Constitúyese el Consejo de Seguridad Interna, que estará presidido por el Presidente de la Nación y será integrado por todos los ministros del Poder Ejecutivo nacional y los señores comandantes generales de las Fuerzas Armadas. El Presidente de la Nación adoptará en todos los casos, las resoluciones en los actos que originen su funcionamiento.

Art. 2°-- Compete al Consejo de Seguridad interna:

a) La dirección de los esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión;

b) La ejecución de toda tarea que en orden a ello el Presidente de la Nación le imponga.

Art. 3°-- El Consejo de Defensa, presidido por el ministro de Defensa e integrado por los comandantes generales de las Fuerzas Armadas, además de las atribuciones que le confiere el art. 13 de la ley 20.524, tendrá las siguientes:

a) Asesorar al Presidente de la Nación en todo lo concerniente a la lucha contra la subversión;

b) Proponer al Presidente de la Nación las medidas necesarias a adoptar en los distintos ámbitos del quehacer nacional para la lucha contra la subversión.

c) Coordinar con las autoridades nacionales, provinciales y municipales, la ejecución de medidas de interés para la lucha contra la subversión;

d) Conducir la lucha contra todos los aspectos y acciones de la subversión;

e) Planear y conducir el empleo de las Fuerzas Armadas, fuerzas de seguridad y fuerzas policiales para la lucha contra la subversión.

Art. 4°-- La Secretaría de Prensa y Difusión de la Presidencia de la Nación y la Secretaría de Informaciones del Estado, quedan funcionalmente afectadas al Consejo de Defensa a los fines de la lucha contra la subversión, debiendo cumplir las directivas y requerimientos que en tal sentido les imparta el referido Consejo

Art. 5°-- La Policía Federal y el Servicio Penitenciario Nacional quedan subordinados, a los mismos fines, al Consejo de Defensa.

Art. 6°-- El Estado Mayor Conjunto sin perjuicio de las funciones que le asigna la reglamentación del dec.-ley 16.970/66, a los fines del presente decreto, tendrá como misión asistir al Consejo de Defensa en lo concerniente al ejercicio de las atribuciones que en él se le asignan.

Art. 7°-- El Ministerio de Economía proveerá los fondos necesarios para el cumplimiento del presente decreto.

Art. 8°-- Comuníquese, etc. --Luder. -- Aráuz Castex. -- Vottero. -- Emery. -- Ruckauf. -- Cafiero. -- Robledo.
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Decreto 2771/75

Fecha: 6 de octubre de 1975.
Publicación: Boletín Oficial, 4 de Noviembre de 1975

Visto lo dispuesto por el dec. 2770 del día de la fecha, y la necesidad de contar también con la participación de las fuerzas policiales y penitenciarias de las provincias en la lucha contra la subversión;

Por ello, el presidente provisional del Senado de la Nación en ejercicio del Poder Ejecutivo en acuerdo general de ministros, decreta:

Art. 1°-- El Consejo de Defensa, a través del Ministerio del Interior, suscribirá con los gobiernos de las provincias, convenios que coloquen bajo su control operacional al personal y a los medios policiales y penitenciarios provinciales que les sean requeridos por el citado Consejo para su empleo inmediato en la lucha contra la subversión.

Art. 2°-- Comuníquese, etc. --Luder. -- Aráuz Castex. -- Vottero. -- Emery. -- Ruckauf. -- Cafiero. -- Robledo.
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6 de octubre de 1975.
Decreto 2772
Publicación: Boletín Oficial, 4 de Noviembre de 1975

Vistos los decs. 2770 y 2771 del día de la fecha y la necesidad de reglar la intervención de las Fuerzas Armadas en la ejecución de operaciones militares y de seguridad, a efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país.

Por ello, el Presidente provisional del Senado de la Nación en ejercicio del Poder Ejecutivo en acuerdo general de ministros, decreta:

Art. 1°-- Las Fuerzas Armadas, bajo el Comando Superior del Presidente de la Nación que será ejercido a través del Consejo de Defensa, procederán a ejecutar las operaciones militares y de seguridad que sean necesarias a efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país.

Art. 2°-- El Ministerio de Economía proveerá los fondos necesarios para el cumplimiento del presente decreto.

Art. 3°-- Comuníquese, etc. --Luder. -- Aráuz Castex. -- Vottero. -- Emery. -- Ruckauf. -- Cafiero. -- Robledo.

 Presidenta "Isabel" Perón y general Vilas. En Tucumán durante el Operativo Independencia
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Directiva 1/75 del Consejo de Defensa.
Puntos destacables:

5. Misión.

Las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, Fuerzas Policiales y demás organismos puestos a disposición de este Consejo de Defensa, a partir de la recepción de la presente Directiva ejecutarán la ofensiva contra la subversión en todo el ámbito del territorio nacional, para detectar y aniquilar las organizaciones subversivas a fin de preservar el orden y la seguridad de los bienes, de las personas y del Estado.

6. Ideas rectoras.

A), 1) La complejidad de la subversión y las características del enemigo, imponen la necesidad de emplear los medios disponibles en forma simultánea y concurrente a través de los niveles siguientes:

a) Nacional: a cargo del Consejo de Seguridad Interna, en lo relativo a la estrategia general.

b) Conjunto: a cargo de Consejo de Defensa con la asistencia del EMC en la implementación de la estrategia militar y conducción del Poder Militar.

c) Específico: a cargo de cada Fuerza, con su jurisdicción territorial, en lo relativo al cumplimiento de la misión impuesta.

6, B) 1) Efectos a lograr.- Las acciones deben tender a: 1) Obtener una clara información, sobre los elementos que integran el aparato político-administrativo y sus elementos subversivos clandestinos y abiertos

6, B) 3) Aniquilar los elementos constitutivos de las organizaciones subversivas a través de una presión constante sobre ellas.

6, D), 1) Las operaciones a desarrollar por las Fuerzas serán bajo el concepto del accionar conjunto.
Para ello las Fuerzas establecerán los acuerdos necesarios para lograr un inmediato y efectivo apoyo mutuo.

7, A) Ejército.
a), 2) Conducirá con responsabilidad primaria, el esfuerzo de inteligencia de la comunidad informativa contra la subversión, a fin de lograr una acción coordinada e integrada de todos los medios a disposición
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Declaración de la Cámara de Diputados de la Nación.

El día 29 de Octubre de 1975, la Cámara de Diputados de la Nación emitió una declaración expresando en los aspectos más salientes lo siguiente: (Ver Diario de Sesiones página 4920 – Capítulo 14):

“Que reitera su más terminante repudio a la violencia criminal que está asolando al país con diversas formas de terrorismo y de guerrilla en perjuicio de toda la población...”

“Que ninguna variante del crimen político organizado tiene posibilidades de acceder al poder político en Argentina, lo cual torna doblemente inútil e inhumana su acción”.

“Que reitera su solidaridad con las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de la Policía, al haber asumido en esta oportunidad la integralidad legal de la represión..."

“Que los representantes del pueblo se sienten también actores responsables, en el marco de su actuación, junto con esas Fuerzas e instan al pueblo para colaborar estrechamente en la medida de sus posibilidades.”
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Pero las actuales izquierdas filoterroristas y sus aparatos de Derechos Humanos, Medios tan importantes como el diario Clarín, y la Justicia subordinada a la "doctrina jurídica Righi-Kirchner", persisten en afirmar que la represión contra lo que llaman "la guerrilla" fue ilegal y que, por lo tanto, las Fuerzas Armadas no operaron como instituciones del Estado sino como "bandas terroristas" o "asociaciones ilícitas". Ergo: Terrorismo de Estado, en lugar de Contraterrorismo de Estado.

Termidorianos



sábado, 2 de octubre de 2010

Cuba: información Top Level



Carlos Alberto Montaner

Voy a compartir con ustedes, resumidas, varias conversaciones interesantes que he sostenido con diplomáticos acreditados en Cuba y en Venezuela, con empresarios extranjeros que viajan a los dos países frecuentemente y mantienen relaciones con funcionarios de alto nivel de uno y otro régimen, y con familiares de miembros de las nomenclaturas cubana y venezolana.

También, claro, me voy a servir de informaciones suministradas por cubanos que trabajaron (y en algunos casos trabajan) en Venezuela en puestos de gran responsabilidad por cuenta del Gobierno de Raúl Castro. Como quiero además homenajear a Carlos Castañeda –el más completo y eficaz periodista que haya tenido Cuba–, voy a volcar esta información en forma de preguntas y respuestas, la clásica fórmula de la entrevista periodística. Siguen, pues, diez preguntas que involucran a ambos países, con sus correspondientes respuestas.

¿Por qué, pese a la ayuda venezolana, la situación financiera de Cuba es tan mala y el Gobierno no cumple con los compromisos económicos establecidos con los empresarios radicados en la isla?

Cuba tiene una base productiva raquítica. El país produce muy poco y apenas exporta. El valor de lo que produce es mucho menor que el costo mínimo de lo que debe consumir para mantenerse de una manera razonable. Esa diferencia entre lo que produce y lo que consume suele solventarla con créditos que no paga o con los subsidios que recibe del exterior. Como consecuencia de estos incumplimientos, cada cierto tiempo tiene que llegar a arreglos con organismos internacionales a los que resulta muy oneroso engañar. De manera que, cuando se vencen los plazos de pago y el país tiene que afrontar esas grandes deudas, inevitable-mente llega el momento en que deja de pagar a los empresarios locales o se apodera de los depósitos en divisas que hay (o había) en la banca local.

Desde hace casi un par de años estamos en uno de esos períodos de absoluta falta de liquidez. Pero las consecuencias de incumplir con los empresarios extranjeros locales o con los pocos exportadores que han extendido crédito a Cuba son muy severas. Quienes ya están en Cuba lamentan haber caído en la trampa. Quienes son invitados a invertir se lo piensan cuidadosamente, porque ya saben lo que les espera. Venezuela no puede rescatar a Cuba de esta situación.

¿Qué ocurriría si súbitamente desapareciera el subsidio venezolano y Cuba dejara de recibir el petróleo y los petrodólares de Hugo Chávez?

La respuesta a esta pregunta me la dieron con una expresión tajante: "Cuba volvería al Paleolítico. Sería peor que cuando desapareció el subsidio soviético, a principios de los años 90".

La dependencia económica de la isla con relación a Venezuela es absoluta. Si en los años 90 la capacidad de consumo de los cubanos se redujo en un 40 o 50%, ahora sería peor. Sobrevendría una etapa de hambruna.

¿Por qué Hugo Chávez subsidia a Cuba de una forma tan desmedida, si se sabe que en Venezuela hay una falta crónica de recursos, pese a los ingresos enormes que produce la exportación de petróleo?

Los dos Gobiernos se necesitan. Para los Castro, Venezuela es una vaca de tetas inagotables. Tras el intento de golpe de estado del año 2002, Fidel Castro decidió sostener a Hugo Chávez en el poder a cualquier precio, para poder fagocitar los enormes recursos económicos venezolanos. A Hugo Chávez, en cambio, Cuba le aporta la inteligencia militar que le permite sostenerse en el poder. El Ministerio del Interior de Cuba ha montado un enorme aparato de investigación que mantiene bajo la lupa a todos los oficiales de las Fuerzas Armadas venezolanas, a sus familias, a los políticos y a los funcionarios importantes. La manipulación electrónica de los resultados electorales se hace desde Cuba, donde existe una notable Universidad de Ciencias de la Información, edificada en el mismo sitio en el que hasta el 2001 estuvieron las instalaciones de la base soviética de espionaje Lourdes, antigua sede de Torrens, una prisión de menores que conocí bien porque allí estuve preso cuando era un adolescente. Hace bastante tiempo que los dos países están unidos por la fibra óptica, capaz de transmitir un gran volumen de datos. Los fraudes se cometen en Cuba para evitar las indiscreciones de los venezolanos. La insistencia en la utilización de máquinas electrónicas para votar se debe a que pueden alterar los resultados, como demuestra el libro Los secretos del referéndum revocatorio de 2004, escrito por científicos y técnicos de primer rango.

Chávez sólo confía en los cubanos. Asimismo, los estrategas de la policía cubana elaboran los planes políticos y construyen los guiones represivos para mantener con vida a su principal y casi única fuente de ingresos. Esto se vio claramente tras la detención del ingeniero Alejandro Peña Esclusa. La inteligencia cubana quería eliminarle del panorama político porque estaba siendo muy eficaz en el terreno internacional. Sin ningún recato, sólo con el testimonio de un curioso personaje que, aparentemente, está preso en Cuba, inventó una historia increíble de terrorismo para encarcelarle. Casi todos los presos políticos que hay en Venezuela, empezando por el general Baduel, están presos como consecuencia de investigaciones, cálculos y recomendaciones cubanas.

¿Corre riesgos Cuba al poner todos los huevos en la canasta venezolana?

Por supuesto, corre unos terribles riesgos, que Raúl Castro no ignora, pero siente que no tiene otra opción que continuar enquistado en el presupuesto venezolano.

Las dos veces que Raúl Castro ha viajado a Angola lo ha hecho para buscar otro aliado económico capaz de suministrar petróleo en un momento de crisis y de absorber unos cuantos millares de profesionales, que pudieran ser alquilados en África por el Gobierno cubano en caso de que fallara Venezuela. Hasta el siglo XIX, Cuba fue una potencia negrera. Ahora, a su manera, sigue siéndolo. El papel que antes desempeñaban los esclavos negros hoy lo desempeñan los profesionales cubanos, especialmente los del sector de la medicina.

Tras sus dos viajes a Angola, Raúl Castro comprobó que los subsidios y las ayudas de Venezuela no tienen sustituto. El Gobierno de Angola no necesita del Ministerio del Interior de Cuba para sobrevivir.

¿Teme el Gobierno cubano que Hugo Chávez pierda el poder?

Es lo que más teme, pero no lo descarta. Los analistas del Gobierno cubano situados en Venezuela han notificado a La Habana que el apoyo al chavismo es cada vez más precario. Han advertido de que Chávez está en franca minoría y su prestigio va cayendo en picada. Parte de ese sombrío análisis es lo que precipitadamente comunicó Fidel Castro a Hugo Chávez durante la última visita del venezolano a Cuba. La información que tiene La Habana sobre las próximas elecciones al Parlamento venezolano revela que la oposición tiene una ventaja sustancial.

¿Aceptaría Cuba una derrota de Chávez y, eventualmente, su salida del poder?

El Gobierno cubano haría cualquier cosa por tratar de impedir que eso sucediera. Eso incluye el fraude electoral, la intimidación de opositores, lo que sea. Pero Raúl Castro, con gran realismo, también sabe que, en última instancia, su policía política no puede controlar la voluntad de millones de venezolanos como hace con los cubanos. Por eso existen planes de contingencia para evacuar a los cubanos en caso de que el chavismo pierda el poder. Primero los concentrarían en un punto, quizás en la isla La Orchilla, y de ahí serían trasladados a Cuba por barco. Sería un pequeño Dunkerque, aquel sitio de la costa continental donde los ingleses reunieron a parte de su ejército para embarcarlo rumbo a Inglaterra tras una victoria de los alemanes.

Naturalmente, la forma de ese traslado dependerá de las circunstancias en que desaparezca el chavismo. Si es un desenlace violento, algo que hoy no parece probable, los militares cubanos desempeñarán un rol importante y activo, pero saben que su participación en el conflicto puede exacerbar el creciente sentimiento anticubano que hay en el país.

¿Qué piensan los militares cubanos de los militares venezolanos?

Piensan lo mismo que creían de los militares angoleños durante las guerras africanas: que son incompetentes, corruptos, indolentes y poco fiables. Es probable que todos los ejércitos de ocupación tengan este tipo de percepción acerca de los militares de los países que ocupan. Hace poco leía una descripción de la visión que tenían los ingleses de los militares hindúes en la época de la colonia: era la misma que hoy tienen los militares cubanos de sus colegas venezolanos. Se ríen con ellos, porque los encuentran simpáticos, pero también se ríen de ellos. Los desprecian como militares.

¿Aprecia Raúl Castro a Hugo Chávez?

No. Raúl Castro ni siquiera se explica por qué su hermano Fidel sí valora al teniente coronel. Raúl Castro necesita a Hugo Chávez, pero no le quiere. Le parece un payaso. Le da vergüenza ajena. Parte de su afán de encontrar créditos en Estados Unidos, si se elimina esa restricción financiera del embargo, o de propiciar el turismo americano hacia la isla obedece a su afán de no depender de una manera tan decisiva de una persona por la que no siente el menor respeto, de cuya inteligencia y valor personal sospecha, y de cuyo destino final tiene grandes dudas.

¿Comparte Raúl Castro el proyecto de ALBA y los planes de expansión del socialismo del siglo XXI, que Hugo Chávez defiende constantemente?

Raúl Castro acompaña esos planes porque no le queda más remedio, pero no los comparte. En su análisis, Cuba ya pasó por esa experiencia imperial durante los primeros 30 años de revolución. En el camino quedaron miles de cubanos en los cementerios africanos, otros murieron en diversas aventuras radicales, y ninguno de esos sacrificios ha servido para mejorar la calidad de vida del pueblo cubano. Por el contrario: la isla se ha desangrado tratando de lograr objetivos políticos inalcanzables. Raúl Castro está de regreso de todas esas utopías juveniles. No es el caso de Fidel, que ni olvida, ni madura ni aprende. Incluso, hoy, que tiene que gobernar, está bastante decepcionado con las impruden-cias de su hermano.

¿Qué rol desempeña Irán en la alianza entre Cuba y Venezuela?

Son dos perspectivas diferentes. Hugo Chávez ve a Irán como un aliado frente a Estados Unidos. No necesita el petróleo iraní ni los recursos de Teherán. Su alianza con Ahmadineyad le proporciona una proyección internacional que, claro, valora. Además, la posibilidad de que Irán se convierta en una potencia nuclear con ayuda económica venezolana la percibe como una oportunidad de contar algún día con armas nucleares.

Sin duda, ha escuchado muchas veces a Fidel Castro que la única protección real contra "una agresión del imperio norteamericano" es la tenencia de armas atómicas. Por eso ha jugado imprudentemente la carta iraní. Carta que incluye el antisemitismo, los ataques a Israel, la alianza con Hezbolá, con Hamás y con cualquier grupo extremista que despliegue una política antioccidental. Para Raúl Castro, en cambio, Irán es sólo una fuente potencial de ayuda económica, pero no le hace muy feliz introducir a Cuba en un conflicto que puede derivar en una guerra imprevisible y agriar las relaciones entre La Habana y Washington. Sin embargo, su dependencia económica de Venezuela y las múltiples carencias de Cuba hacen que se mantenga firmemente vinculado a una alianza que le resulta peligrosa y de la que no está convencido.

NOTA de Libertad Digital:
Este texto es una versión editada de la conferencia que CARLOS ALBERTO MONTANER preparó los días pasados a petición de la Fundación Educativa Carlos M. Castañeda, Herencia Cultural Cubana y el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami.

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13.09.2010
publicado con el título:
"Una vaca de tetas inagotables"