sábado, 19 de marzo de 2016
La tramposa "desclasificación de archivos"
Jorge Fernández Zicavo
Ante la próxima visita oficial a Argentina del presidente de los Estados Unidos, Hussein Barack Obama, se ha anunciado que habrá una desclasificación de archivos estadounidenses relacionados con el Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y la posterior represión de las organizaciones terroristas-paramilitares de extrema izquierda que venían operando desde abril de 1969 para tomar el poder mediante una estrategia de guerra revolucionaria.
Cualquiera que haya estudiado el accionar de dichas organizaciones durante esos siete años sabe que esos archivos sólo aportarán datos accesorios o anecdóticos (aunque a los ciudadanos no informados o desconocedores de las técnicas de manipulación informativa tal vez puedan parecerles espectaculares), porque lo sustancial de la documentación relacionada con las comunicaciones entre la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires y las distintas agencias gubernamentales estadounidenses, así como la originada en el seno de las Fuerzas Armadas argentinas para planificar la guerra contrarrevolucionaria, hace ya muchos años que se ha publicado en nuestro país, tanto en la prensa como en libros e Internet. Resumiendo, la anunciada desclasificación será, básicamente, una operación de la propaganda macrista destinada a dotar de espectacularidad al 'deshielo' de las relaciones Argentina-EE.UU. tras la agresividad 'antiimperialista' del régimen de los ex montoneros Kirchner; y durante la oportuna semana del 'deshielo' Cuba-EE.UU.
Pero los publicistas de la Casa Rosada no solo persiguen ese objetivo, sino, también, colocar a Macri en la órbita de la selecta estrella de los Derechos Humanos; esa nueva cruzada progresista y de exquisita corrección política que tantos beneficios políticos y financieros prodiga, y que hasta puede obsequiar a algunos con el Premio Nobel, o con rosarios bendecidos por el izquierdista Papa "Francisco" Bergoglio.
Al respecto, hay que señalar que Macri se ha posicionado en un terreno muy específico de los Derechos Humanos: el diseñado y sostenido durante doce años como política de Estado por el régimen kirchnerista, es decir, 'derechos' exclusivamente para los terroristas aniquilados por las fuerzas militares y policiales siguiendo lo ordenado por decretos de un gobierno constitucional en el contexto de una guerra civil revolucionaria contra la sociedad y el Estado. Asimismo, y como consecuencia de lo anterior, Macri ha confirmado que continuarán los prevaricadores juicios de Lesa Humanidad contra los militares y policías que combatieron al terrorismo.
Este posicionamiento en los Derechos Humanos "K" ya es oficial, una política de Estado del Gobierno Macri, pues tanto él como su jefe del gabinete de ministros Marcos Peña, su ministro de Justicia y DD.HH. Germán Garavano y su secretario Claudio Avruj, han dicho de manera inequívoca en varias entrevistas, que no solo asumen como propia la política de DD.HH. del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, sino que, incluso, han llegado a ponderar sus excelencias:
Garavano. "Banderas y logros en Derechos Humanos que hay que reconocer del gobierno anterior"
Bien. Tras señalar esta demagógica desclasificación de documentos estadounidenses, sostengo que esta operación de propaganda del Gobierno Macri es una tomadura de pelo a los ciudadanos, pues, habida cuenta de que poco o nada aportarán a la documentación histórica de la década ’70, es una perversa maniobra de distracción para encubrir lo único verdaderamente importante que permanece oculto a los historiadores y al pueblo argentino: los archivos secretos cubanos. Concretamente, los del Dpto. América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (Partido-Estado, recordemos), el organismo encargado de iniciar la guerra revolucionaria en toda América Latina que diseñó, financió, dio asistencia logística (campamentos de entrenamiento militar), coordinó (JCR: Junta Coordinadora Revolucionaria) y supervisó sobre el terreno mediante el personal de Inteligencia de sus embajadas, a todas las organizaciones terroristas latinoamericanas mediante la 'Operación Fantasma': "Hacer de la cordillera de los Andes la Sierra Maestra de América Latina" fue su consigna fundadora.
A continuación citaré algunas de las vinculaciones acreditadas que hubo entre el Estado cubano y la subversión armada en Argentina.
1959. El Estado cubano organizó el primer 'foco' de guerrilla rural: UTURUNCOS, en Tucumán y Santiago del Estero, más una célula de terrorismo urbano en Buenos Aires. Gobierno constitucional de Arturo Frondizi
1963. El Estado cubano organizó un segundo 'foco' de guerrilla rural: Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP) en Salta, más una célula de reclutamiento y logística en Buenos Aires, Capital Federal. En esta 'Operación Penélope', participó también la Argelia socialista y las comunistas Checoslovaquia y República Democrática Alemana; todo ello con pleno conocimiento de la Inteligencia soviética. Gobierno constitucional de Arturo Illia.
1966. Una delegación de la heterogénea izquierda argentina asistió a la Primera Conferencia Tricontinental celebrada en La Habana entre el 3 y 15 de enero. Objetivo de la Conferencia: "alcanzar la unidad de las fuerzas revolucionarias de América, Asia y África en sus luchas por la liberación, independencia y soberanía de los pueblos frente al imperialismo". Estos viajes, que se repetirían durante varios años, especialmente para el entrenamiento militar, se hacían clandestinamente vía Praga, donde la Inteligencia checa les daba a los viajeros un pasaporte cubano 'especial' que luego les eran retirados al regresar.
1967: Una delegación de 180 argentinos de distintas corrientes de la izquierda asistió a la Conferencia de la OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad) celebrada en La Habana entre el 31 de julio y el 10 de Agosto. En ella, el presidente cubano Dorticós y el jefe del Estado, Fidel Castro, proclamaron oficialmente la Guerra Revolucionaria en toda América Latina. En la Conferencia se fundó un Ejército de Liberación (ELN) a escala continental, dividido en Columnas, que denominaron Sectores. A los argentinos, según sus divisiones ideológicas, se les asignaron los sectores 2, 4 y 8.
1968. El Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) celebró su IV Congreso presidido por el secretario general Mario Roberto Santucho, afirmando que coincidían con Cuba en que, Argentina y demás países del Cono Sur, eran la "segunda zona táctica de la guerra antiimperialista del continente" y que, en su primera etapa, la lucha armada en Argentina sería esencialmente "una guerra civil que se iría transformando en una guerra nacional antiimperialista".
1971. En julio, Santucho (en 1970 el PRT había fundado su Ejército Revolucionario del Pueblo: ERP), viajó a Cuba invitado para los festejos del 18º aniversario del asalto de los guerrilleros castristas al cuartel de Moncada.
1972. Tras la fuga del penal de Rawson, los más importantes de los 'cuadros' del ERP, FAR y MONTONEROS se trasladaron a Chile en un avión secuestrado y posteriormente siguieron viaje a La Habana.
1974. En agosto se fundó en Buenos Aires bajo la dirección de Santucho, la JCR acordada en la OLAS cubana. Integrada por ERP, TUPAMAROS de Uruguay, el MIR chileno y el ELN boliviano. Al mes siguiente, tras el secuestro de los hermanos Born, el comandante montonero Firmenich viajó a La Habana y luego a Moscú. De los 60.000.000 de U$D pagados por los Born, 50 fueron depositados en Cuba mediante valijas diplomáticas de su Embajada en Buenos Aires. Es muy posible, por lo tanto, que el viaje de Firmenich estuviera relacionado con esa operación.
1978. En marzo la Conducción del Partido-Ejército Montonero refugiada en México, se trasladó a La Habana. De aquella etapa de residencia ha quedado la conocida foto de la Guardería que el Gobierno les obsequió para sus hijos.
Finalmente, en su libro Nadie Fue, Juan Bautista Yofre identificó a los agentes cubanos de Inteligencia destinados en la Embajada de Buenos Aires que mantenían reuniones periódicas con los jefes de las organizaciones terroristas argentinas.
Naturalmente, también deben tenerse en cuenta los numerosos viajes de izquierdistas a Cuba para los entrenamientos militares. La SIDE calculaba su número en unos 1.500
Terroristas argentinos en campo de entrenamiento de Tropas Irregulares. Guanabo, Cuba.
La conclusión de todo esto es obvia: si tenemos conocimiento de estos datos ¿cuántos serán los que desconocemos, los más 'secretos'?
Estos, los cubanos, serían los archivos verdaderamente relevantes que Macri y su hipócrita operación propagandística funcional al Relato "K", debería pedir al sangriento dictador Raúl Castro si realmente su intención fuera "conocer la verdad, toda la verdad" de lo ocurrido en la década argentina del '70.
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