jueves, 18 de febrero de 2010

FAL: Regimiento de Infantería "Patricios"




Jorge Fernández Zicavo

Sábado 5 de abril de 1969. Provincia de Buenos Aires.
Gobierno de facto del teniente general Juan Carlos Onganía.

A las 03:00 horas un Jeep conducido por un sargento acompañado de un teniente coronel y seguido por un camión con diez soldados, atravesó la Puerta Nº 4 de la Guarnición y se dirigió al vivac donde acampaban tropas del Regimiento de Infantería 1 ‘Patricios’ en periodo de instrucción de tiro.

Tras desarmar al personal de guardia se dirigieron a la carpa donde, según sus informaciones, había 700 fusiles de asalto FAL, pero para su sorpresa sólo encontraron cuatro y una pistola Ballester Molina.

A continuación, con la misma serenidad y sigilo con la que entraron y controlaron la situación (60 soldados que dormían en otras carpas no se enteraron de nada), se retiraron cortando las alambradas del perímetro, se quitaron los uniformes y se dispersaron dejando allí los falsos vehículos militares.

El Comando General del Ejército recién hizo público el suceso el día ocho, y el doce relevó por negligencia al jefe del Regimiento, coronel Hugo Omar Elizalde. De todos modos, los diarios se limitaron a mencionar un intrascendente ‘intento fallido de desarmar a un centinela’.

Nadie reivindicó esta acción. El misterioso grupo lo haría un año después, y forzados por las circunstancias, pues como norma venían operando bajo un estricto anonimato desde el 16 de junio de 1962, día en que robaron del Instituto Geográfico Militar 44 pistolas y 5 subfusiles ametralladoras por el simple procedimiento de forzar una ventana.

Posteriormente, tras una etapa dedicada a hacer estafas bancarias para financiarse, el 10 de diciembre de 1968 robaron 56.000.000 de pesos en el Banco Popular Argentino, de Liniers, Capital Federal.
También con la misma facilidad y sin disparar sus armas: entraron por una ventana y esperaron todo un fin de semana a que el lunes llegara el director y abriera la cámara acorazada.

De esta operación en Campo de Mayo pueden sacarse dos conclusiones: militarmente hubo buena planificación y perfecta ejecución, aunque malogradas por una información no actualizada respecto a las armas. Políticamente supuso un humillante desafío al Ejército y al Estado: que un grupo armado de civiles insurgentes penetrara en la principal Guarnición del país, se retirara sin que se activara ninguna alarma y por azar sin 700 fusiles (trasladados el día anterior), demostró la increíble vulnerabilidad de un Ejército que no podía garantizar la seguridad de sus cuarteles. Algo que en los años siguientes se confirmaría en siete ocasiones, correspondientes a otras tantas unidades copadas por fuerzas insurgentes: tres batallones, un Regimiento, una Guarnición, un Comando y una Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos; que pudieron ser ocho si una Compañía del ERP no hubiera sido detectada cuando se aproximaba al Regimiento de Infantería Aerotransportada 17, en Catamarca.

Pero la euforia por una operación que, a pesar del magro botín fue perfectamente ejecutada, se convirtió en pánico pocas horas después, cuando uno del grupo comentó a sus compañeros que había comprado legalmente los neumáticos del camión en un taller donde conocían su identidad.

Tras esta noticia (los neumáticos tenían numeración) todos pasa- ron a la clandestinidad, menos Juan Carlos Cibelli, empleado de banca y ex militante de PRAXIS (Movimiento de Izquierda Revolucionaria). Se tomó esa decisión porque Cibelli vivía en una casa ignorada por el resto del grupo, donde se guardaba el armamento del Instituto Geográfico Militar y el dinero del Banco Popular Argentino.

Sin embargo, debido a la eficacia de la investigación policial que, como era de esperar, se inició con los neumáticos, el 7 de mayo de 1969 la División de Asuntos Políticos de la Policía Federal detuvo a Cibelli, quien no ‘cantó’ la casa de seguridad y logró convencer a sus interrogadores de que era un pobre diablo que solo conocía superficialmente a las personas que le nombraban.
De todos modos, el juez Jorge Luque, del Juzgado Federal en lo Criminal Correccional N° 1 de San Isidro, lo recluyó en la cárcel de Olmos por asociación ilícita. (Causa N° 8.897/69)

Al año siguiente (16.03.1970) la Policía de la Provincia de Buenos Aires allanó un galpón en San Vicente 116, de Luján, alertada por vecinos que veían movimientos raros y una gran antena de radio. Allí encontraron a uno de los prófugos (Carlos Della Nave) camuflando dos camionetas como de la Fuerza Aérea que el grupo pensaba utilizar en una próxima operación: un tren pagador del Ferrocarril San Martín con 150.000.000 de pesos. Asimismo, hallaron uniformes de la Fuerza Aérea, explosivos, material quirúrgico y un radiotransmisor. Esa noche dejaron a dos suboficiales que al día siguiente capturaron a Alejandro Baldú (el comprador de los neumáticos). Tras ser interrogado por ‘la bonaerense’ durante una semana, Della Nave fue derivado por el juez a la División Asuntos Políticos, de la PFA.

Por aquellos días, una célula terrorista que operaba en la Capital Federal bajo el liderazgo de Luis María Aguirre (alias ‘Zárate’, ‘Tato’ y ‘Lucho), médico pediatra del Hospital Rawson y del Policlínico de Lanús, tenía refugiados en una casa de seguridad a todos los prófugos del grupo de Cibelli: Bjellis, Malter Terrada, Henríquez, Baldú, Della Nave y otros.

Para que dejaran de torturar (según ellos; y era probable) a Della Nave y apareciera Baldú, ambos grupos secuestraron en Ituzaingó, Corrientes, al cónsul de Paraguay, Waldemar Sánchez y, tras unirse en una organización bautizada Frente Argentino de Liberación, distribuyeron un Comunicado reivindicando el secuestro y exigiendo que Baldú y Della Nave fueran mostrados ante la prensa. Dos días después, el juez Jorge Luque exhibió a Della Nave en Coordinación Federal y dijo que Baldú era un fugitivo de la justicia. El 27, las FAL emitieron un segundo Comunicado reivindicando el asalto a Campo de Mayo, y el fallido intento, menos conocido, al Regimiento de Infantería 7 de La Plata, el 23.12.1969. Al día siguiente, tras comprobar que Della Nave vivía, y dar por hecho que Baldú había muerto en la tortura, liberaron al cónsul.

Hasta que salieron a la luz como FAL, el grupo de Cibelli era conocido en ambientes de la extrema izquierda como ‘la Organización’, y el de Aguirre como ‘el francés’.

En mayo las FAL fueron rebautizadas como Fuerzas Argentinas de Liberación y surgieron nuevos comandos: ‘Benjo Cruz’ en La Plata, ’Máximo Mena’ en Córdoba y otros en Rosario, Tucumán y Mendoza. Todos estos comandos eran autónomos, pero compartían armas, dinero y vehículos robados. Aplicando un símil actual, podría decirse que las FAL eran una franquicia, o una Red, tipo Al Qaeda.

El 14 de noviembre, el comando fundador de las FAL (grupos Aguirre-Cibelli) acribilló al subcomisario de la PFA, Osvaldo Sandoval quien, según Juan Carlos Cibelli, había torturado a él, a su compañera Irma, a Della Nave, y a Baldú hasta matarlo. El grupo ejecutor estuvo al mando de Sergio Jorge Bjellis.

El 15 de enero de 1971, este comando de Aguirre-Cibelli robó Libretas de Enrolamiento en el Registro Civil de Ituzaingó, Buenos Aires. El 26 de junio liberó con FAP, FAR y Montoneros a cuatro terroristas de la cárcel correccional de mujeres del Buen Pastor en el barrio porteño de San Telmo: Amanda Peralta y Ana María Solari de las FAP, y Ana María Papiol y Lidia Marina Malamud de las FAL, siendo abatido en combate el miembro de las FAP, Bruno Cambareri. El 7 de octubre secuestraron al empresario Jorge Vázquez Iglesias obteniendo un rescate de 900.000 dólares.

El 26 de agosto de 1972, tras un tiroteo con policías de Coordinación Federal, ‘Tato’ Aguirre y su lugarteniente Sergio Efraín Schneider, alias ‘Tito’ (del comando Aguirre-Cibelli que entonces se denominaba FAL-CHE), fueron capturados en San Martín, provincia de Buenos Aires, cuando estaban planificando el asesinato del general de división Rudecindo Nadal, comandante de Institutos Militares. De todas maneras, los demás miembros de este comando FAL-CHE y los otros de las Fuerzas Argentinas de Liberación, siguieron operando. Estos eran: la ‘Brigada Masetti’, que el 25.09.1970 había copado el tren El Rosarino, robando 5.000.000 de pesos del vagón postal; el platense FAL-22, que el 26.02.1971 había asaltado el Correo Central de La Plata llevándose 26.000.000; el también platense y ya citado ‘Comando Benjo Cruz’, que el 04.03.1971 había hecho lo mismo en el Hipódromo de esa ciudad (21.600.000) y la ‘Columna América en Armas’, que en junio de 1971 robó 8.000.000 a un camión de caudales frente al Hospital Francés, en la Capital Federal.

Tras ser amnistiados por Cámpora en 1973, Aguirre y Schneider reconstruyeron el FAL-CHE y se fusionaron con la ‘Brigada Masetti’ bajo el nombre ‘Columna Inti Peredo’. Schneider volvió a ser capturado el 26 de febrero de 1975 y arrestado a disposición del Poder Ejecutivo Nacional mediante Decreto 509/75, pero dos días después un comando mixto de la ‘Columna Inti Peredo’ y MONTONEROS, secuestró al presidente de la Corte Suprema de Justicia de Buenos Aires, Hugo Anzurreguy, para canjearlos.

Como resultado de las negociaciones Schneider fue expulsado a Perú el 5 de marzo, y tras pasar una temporada en México y Cuba regresó a Argentina para continuar su actividad en las FAL. El 2 de julio de 1975 la ‘Columna Inti Peredo’ se disolvió para ingresar en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Schneider fue nombrado jefe militar de Rosario, y Aguirre responsable de un frente sindical y militar con centro en la fábrica Peugeot de Bs. As. Ambos murieron resistiendo su captura en 1975 y 1977, respectivamente.

También morirían ejecutados o en combate, otros cuadros de las FAL, como Susana del Carmen Giacche (junto a su esposo Sergio Schneider) el 12 de octubre de 1975; Sergio Jorge Bjellis en agosto de 1976; Carlos Della Nave -para entonces miembro de Montoneros- en septiembre de 1976; Lidia Marina Malamud (esposa de Aguirre) en octubre de 1976; su hermana Liliana Alcira, en el copamiento del Batallón de Arsenales de Monte Chingolo (23.12.1975); María Cristina Mura y su esposo Hugo Arnaldo Corsiglia en 1976; Carlos D'Arruda (11.1976), Hernán Jorge Henríquez (que encabezó el comando de Campo de Mayo con insignias de Teniente Coronel), en mayo de 1977; Jorge Caravellos y su esposa Lucía Swika, en mayo de 1978; Cristina Galzerano en octubre de 1977....

Las FAL fueron unos grupos terroristas atípicos, pues pretendían ser pequeñas unidades militares de élite con una mínima actividad política y sindical: la imprescindible para cubrir sus necesidades orgánicas.

El proyecto estratégico del grupo original (Cibelli), no aspiraba a ser "el Partido vanguardia de la Revolución" sino un "aparato militar" que se pondría a disposición de la clase obrera cuando ésta desencadenara una insurrección general.
(Stella Grenat y Daniel De Santis: Las FAL y la construcción del partido revolucionario en los años '70

Los comandos platenses 'Benjo Cruz' y 'FAL-22' también asumían ese enfoque de elitismo militarista:
"Nosotros nos preocupábamos por hacer un grupo que fuera a resolver un problema técnico... había que formar cuadros militares, porque cuando comience la guerra van a hacer falta dirigentes. Esa era nuestra concepción".
(Grenat - De Santis)

El 'FAL-CHE' de Aguirre (más tarde Columna 'Inti Peredo'), se autodefinió así:

"Como militantes de la revolución latinoamericana nuestra concepción del problema estratégico frente al imperialismo y sus aliados ha decidido para Argentina la vía armada como única posible y eficaz en la marcha hacia la conquista socialista del poder. Política armada que, en unión con aquellas formas legales de lucha que surgen de la vida misma de las masas y que puede adaptarse a las perspectivas de la guerra general revolucionaria, se caracterizará como guerra de guerrillas".
(Grenat-De Santis)

Todos estos faluchos tenían un recorrido político común: los fundadores del Grupo Cibelli, el MIR-Práxis; y los demás, el Partido Comunista, y luego su escisión Partido Comunista Revolucionario (PCR), que también abandonaron porque, al igual que el PC, concebía la lucha armada sólo como complemento de una insurrección revolucionaria del proletariado tipo 'Octubre ruso', y no como una guerra de guerrillas de grupos elitistas sin apoyo de las masas.

A mediados de los años sesenta, Aguirre también había militado en el MIR-Práxis, y luego en la Federación Juvenil del Partido Comunista, junto con su cuñado Mauricio Malamud. Estudió las tesis marxistas del filósofo francés Louis Althusser y visitó Cuba, Checoslovaquia y la Unión Soviética, integrando una delegación del PC en la que también estaba César 'Gody' Álvarez, cuadro del aparato militar (seguridad) del PC, que luego fundaría el PCR con Aguirre y otros. Fue ejecutado en abril de 1976.

Entre los faluchos, Aguirre era el cuadro con mayor formación militar: además de recibir entrenamiento en el famoso campamento cubano Punto Cero, como la casi totalidad de los cuadros terroristas argentinos y latinoamericanos, en su adolescencia había cursado el bachillerato en el Liceo Militar de Buenos Aires egresando como Subteniente de reserva. Asimismo, Henríquez (el 'Teniente Coronel' que entró en Campo de Mayo), lo había hecho en el de Mendoza; y Malter Terrada, en el Liceo Naval de Río Santiago.

Me he extendido en reseñar la embrollada lista de Comandos, Brigadas y Columnas integradas en las FAL, nacidos a partir del grupo original que operó en el Instituto Geográfico Militar, Banco de Liniers y Campo de Mayo, porque fue la primera Organización Político Militar de la Guerra Revolucionaria Argentina 1969-1979; y porque su operación en Campo de Mayo tuvo una especial relevancia histórica: haber sido el primero de ocho copamientos de unidades del Ejército Argentino llevados a cabo por organizaciones subversivas político-militares. Por lo tanto, ambas cosas permiten afirmar que en el año 1969 (junto con las insurrecciones del 'cordobazo y los dos 'rosariazos', el asesinato de Vandor, la voladura de 13 supermercados Minimax, y el atentado fallido a los camiones del Regimiento de Infantería 7 de La Plata por el mismo grupo que operó en Campo de Mayo), se inició la mencionada Guerra Revolucionaria, que finalizaría el 12.11.1979 con la última acción terrorista: el espectacular asesinato en pleno centro de la Capital Federal, del empresario Francisco Soldati a manos de un comando montonero durante la 'contraofensiva' ordenada desde Roma por la Conducción Nacional.

Algunos sitúan el nacimiento de la Guerra Revolucionaria Argentina a partir de la 'resistencia peronista' en 1956. En cierto sentido esto podría aceptarse, porque desde entonces hubo algunos episodios de atentados y efímeros experimentos guerrilleros rurales como UTURUNCOS en Tucumán, EGP en Salta y FAP en Tucumán). Pero si consideramos a la Guerra Revolucionaria como estrategia político-militar orientada a la toma del poder tras una larga Guerra Popular entre el Ejército del Estado y fuerzas insurgentes con vocación de llegar a ser Ejércitos Guerrilleros Regulares al modo chino o vietnamita, el comienzo de la Guerra Revolucionaria en Argentina debería datarse en 1969. Y no sólo por los seis grandes sucesos señalados (Campo de Mayo, Cordobazo, Rosariazo, Vandor, Minimax, La Plata) cuyo encadenamiento secuencial fue harto evidente, sino también por una oleada de acciones armadas:

Secuestros extorsivos y/o políticos.

Atracos a bancos.

Copamiento de Radioemisoras: LR1 El Mundo, en General Pacheco, Prov. Bs. As.

Desarme de centinelas en instalaciones militares: Base Aérea Aeroparque en Capital Federal / Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos en Villa María, Córdoba / Hospital Naval de La Plata / Comando de la Guarnición Militar de Salta.

Robos de fusiles Mauser en el Tiro Federal de Córdoba y en el de Neuquén.

Secuestros de aeronaves hacia Cuba, etc., que obligaron a proclamar el Estado de Sitio el 30 de junio. Seis meses después, el 23 de diciembre, veinte faluchos uniformados y armados con fusiles FAL terminaban el año copando durante 50 minutos el parque de automotores del Regimiento de Infantería 7 de La Plata para incendiar varios camiones Unimog suministrados por los Estados Unidos, pero la fuga de un soldado les obligó a retirarse sin lograr su objetivo.
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Actualmente, el septuagenario Cibelli, que recuperó la libertad en 1973, lidera la 'orga' piquetera MUP (Movimiento Unidad Popular) que opera en Quilmes y La Plata. Asimismo, desde 2008 gestiona con su viejo camarada de las FAL, Carlos Alberto Malter Terrada, la ONG Alternativa Ecopueblo.

Galería fotográfica


Juan Carlos Cibelli. Fotografiado en Coordinación Federal-PFA, 07.05.1969 - Apodado "el ciego" porque perdió la visión total de un ojo después de tres operaciones por desprendimiento de retina.


28.05.1969 Cartel de la Policía Federal pidiendo captura de siete miembros de las FAL implicados en el copamiento de Campo de Mayo. Lamentamos la mala calidad de esta única imagen disponible en Internet. De todos modos, los individuos son: Baldú, Bjellis, Malter Terrada, D'Arruda, Henríquez, Peralta y Caravellos.


Policías federales allanando el galpón de las FAL en Luján, 24.03.1970. Se trató de una "puesta en escena" para la prensa, pues el allanamiento se había producido el día 16 según declaró Della Nave ante el juez.


Della Nave, mostrado a la prensa en Coordinación Federal, 26.03.1970. Según las FAL lo habían drogado para que no hablara.


Alejandro Rodolfo Baldú. El primer terrorista "desaparecido".


Ana María Papiol, con peluca, días después de fugarse de la cárcel U-3.


Luis María Aguirre y Lidia Marina Malamud el día de su boda en 1964


Lidia Marina Malamud, médico. Ficha policial tras ser detenida el 30.11.1970 en un automóvil con armas y explosivos.


Hernán Jorge Henríquez. El "teniente coronel" de Campo de Mayo.


Clarín, 23.12.1969 - Copamiento Reg. 7º Infantería.


Clarín, 25.03.1970 - Secuestro del cónsul paraguayo el día anterior, y (parte inferior de la tapa) descubrimiento del galpón de Luján donde fuera capturado Della Nave el día 16 sin que el operativo policial se informara a la prensa.


Clarín, 29.03.1970 - Liberación del cónsul paraguayo.


Clarín, 26.09.1970 - Tren "El Rosarino".


Clarín, 05.03.1971 - Hipódromo de La Plata.
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Cronología de las principales acciones terroristas de 1969


Clarín, 23.05.1969 - Primer "rosariazo"


Clarín, 30.05.1969 - El "cordobazo".


Clarín, 27.06.1969 - Ante la llegada de Rockefeller, las FAR incendian 13 supermercados Minimax.


Crónica, 30.06.1969


Clarín, 01.07.1969


Clarín, 02.07.1969


Clarín, 17.09.1969 - Segundo "rosariazo".


Clarín, 18.09.1969

Esta Entrada, publicada en febrero de 2010, ha sido revisada y aumentada con nuevos datos el 24 de septiembre de 2014.
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