Jorge Fernández Zicavo
10 de agosto de 1974
Catamarca. Gobierno constitucional presidido por María Estela Martínez de Perón.
Una sección de la Compañía de Monte “Ramón Rosa Jiménez” del ERP que operaba en Tucumán, se desplazó a Catamarca para copar el Regimiento de Infantería Aerotransportada 17. Estaba previsto que al ataque siguiera la ocupación de la ciudad capital con otras unidades y grupos milicianos; y que, simultáneamente, la Compañía "Decididos de Córdoba" asaltara la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos en Villa María, Córdoba. En un punto de la ruta 38 se detuvieron para cambiarse las ropas civiles por uniformes de combate y distribuir el armamento, pero fueron vistos por dos ciclistas que avisaron a la policía. Llegados al lugar los efectivos policiales, se inició un enfrentamiento que arrojó un saldo de 2 terroristas muertos y varios policías heridos.
Un grupo mandado por el jefe de la operación, "capitán" Hugo Alfredo Irurzún (1) logró romper el cerco y regresar a Tucumán. Otros 15 fueron capturados en la estación terminal de autobuses y otros lugares. El resto, bajo el mando del miembro del Comité Central del PRT Antonio Fernández entrenado durante ocho meses en Cuba intentó establecer un campamento en el Cañadón de los Walther, cerca de Capilla del Rosario. Tras asesinar a un oficial de policía, fueron cercados por 60 efectivos del Regimiento 17 y tropas del III Cuerpo de Ejército apoyadas por helicópteros que tras un fortísimo combate acabaron abatiendo a todos los terroristas. Según el ERP, después de agotar sus municiones y sufrir varias bajas, sus combatientes (entre ellos un Tupamaro uruguayo y un boliviano del ELN) se rindieron y fueron fusilados allí mismo. Años después, al hallarse una fosa común en la zona, comenzaron a hablar de “la masacre de Capilla del Rosario”. Sin embargo, y aun cuando no pueda descartarse que hubieran sido fusilados sumariamente (eran una fuerza insurgente entablando combate contra el Ejército de la Nación; y de una organización paramilitar que ya había atacado y copado tres unidades del Ejército), lo más probable es que los terroristas allí enterrados no guarden relación con aquel combate. Pueden haber sido otros, ejecutados por la Alianza Anticomunista Argentina que en aquel año estuvo muy activa en la región.
(1) Durante el ataque del ERP al Batallón de Arsenales 601 de Monte Chingolo (23.12.1975)), Irurzún mandaría la compañía encargada de la contención en el riachuelo y varios puentes. Posteriormente, tras combatir en Nicaragua junto a los Sandinistas, el 17.09.1980 intervino en el asesinato de Anastasio Somoza en Asunción del Paraguay. Fue él quien disparó el lanzagranadas RPG-2 contra el automóvil blindado del dictador. Segundos después fue herido por un comisario paraguayo de la custodia de Somoza y falleció al día siguiente.
Tropas del Reg. 17 desplegándose en las cercanías de Capilla del Rosario
Compañía de Monte "R.R. Jiménez" del ERP, en Tucumán
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Anualmente, los familiares de los terroristas muertos en Catamarca les rinden homenaje con la bandera del ERP y cantando la Marcha con que desfilaban en sus campamentos de Tucumán:
Por las sendas argentinas va marchando el ERP incorporando a sus filas al pueblo que tiene fe.
Va marchando al combate en pos de la revolución que entregue al pueblo el mando de esta grandiosa nación.
Adelante, compañeros, adelante sin parar, que con nuestro pueblo en armas nada ya nos detendrá.
Va marchando al combate por el camino del Che con su bandera en la mano y sin dejarla caer.
Por la Patria Socialista como consigna final, la etapa capitalista para siempre morirá.
Adelante, compañeros, hasta vencer o morir por una Argentina en armas de cada puño un fusil
La letra de la Marcha ilustra el delirio producido por el fanatismo ideológico. Ya sabemos cuanta libertad tenían los pueblos en las Patrias Socialistas europeas esclavizadas por el Imperialismo soviético, en la china y en la cubana. En cuanto al "pueblo en armas" y "una Argentina en armas", sugieren que los miembros de las Fuerzas Armadas no formaban parte del pueblo, y que la nación estaba desarmada.
Ceremonias como la registrada en la fotografía tomada en Capilla del Rosario el 16 de agosto de 2009, constituyen una apología del terrorismo. Algo tipificado como delito en el Código Penal de muchas naciones. También debería penalizarse la modificación ultrajante de la bandera argentina, cuyo diseño está claramente especificado en la Constitución.
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