jueves, 18 de febrero de 2010

ERP: Guarnición de Azul


Teniente Coronel Jorge Ibarzabal



Jorge Fernández Zicavo

Sábado 19 de enero de 1974. Azul, Prov. de Buenos Aires.
Gobierno constitucional presidido por Juan Domingo Perón.

El Ejército Revolucionario del Pueblo intentó copar la Guarnición integrada por el Regimiento de Caballería de Tiradores Blindados 10, ‘Húsares de Pueyrredón’ y el Grupo de Artillería Blindada 1.

En el ataque participaron 100 efectivos, más otros 40 en tareas de apoyo y contención, al mando de Enrique Gorriarán Merlo, un mercenario de la Inteligencia cubana que en 1980 asesinaría al dictador Anastasio Somoza, y en 1989 comandaría el asalto al Regimiento de Infantería 3, de La Tablada.

Los erpianos asesinaron al jefe de la Guarnición, coronel Camilo Arturo Gay y a su esposa Hilda Irma Casaux. Asimismo, se llevaron prisionero al teniente coronel Jorge Roberto Ibarzábal (a quien asesinarían diez meses más tarde), mataron a quemarropa al soldado conscripto Daniel González e hirieron en un pulmón al teniente 1º Alejandro Carullo.
Inicialmente, por ser un ataque nocturno y haber pocas tropas en la Guarnición (fin de semana), los sediciosos tuvieron la iniciativa, pero finalmente debieron huir dejando varios muertos y heridos.

Era el tercer ataque del ERP a unidades del Ejército. El año anterior habían copado el Batallón de Comunicaciones 141 en Córdoba y el Comando de Sanidad del Ejército en Capital Federal. Este último, también durante un Gobierno constitucional.

Perón, que había asumido la presidencia apenas tres meses antes, obligó a renunciar al entonces gobernador de Buenos Aires, Oscar Bidegain, vinculado a organizaciones subversivas y cuya secretaria privada era Norma Arrostito, secuestradora del teniente general Aramburu y miembro de la Conducción Nacional de MONTONEROS.

En la noche del domingo 20, vistiendo su uniforme de teniente general, dirigió este Mensaje a la Nación:

"Ya no se trata sólo de grupos delincuentes, sino de una organización que actuando con objetivos y una dirección foránea, ataca a instituciones y al Estado como medio de provocar un caos que impida la reconstrucción y la liberación en la que estamos empeñados. Es la delincuencia asociada a un grupo de mercenarios, que actúan mediante la simulación de móviles tan inconfesables como inexplicables. (...) En consecuencia, el Gobierno Nacional, en cumplimiento de su deber indeclinable, tomará de hoy en más las medidas pertinentes para atacar al mal en sus raíces. El Movimiento Nacional Justicialista movilizará, asimismo, sus efectivos para ponerlos decididamente al servicio del orden y colaborar estrechamente con las autoridades empeñadas en mantenerlo.

Pido, asimismo, a todas las fuerzas políticas y al pueblo en general, que tomen partido activo en la defensa de la República, que es la afectada en las actuales circunstancias. Ya no se trata de contiendas políticas parciales, sino de poner coto a la acción disolvente y criminal que atenta contra la existencia misma de la patria y sus instituciones, que es preciso destruir antes de que nuestra debilidad produzca males que pueden llegar a ser irreparables en el futuro.

Pido igualmente a los compañeros trabajadores una participación activa en la labor defensiva de sus organizaciones. (...) El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una patria justa, libre y soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empeñarnos decididamente en la lucha a que dé lugar. Sin ello, ni la reconstrucción nacional ni la liberación serán posibles.

Yo he aceptado el gobierno como un sacrificio patriótico porque he pensado que podría ser útil a la República. Si un día llegara a persuadirme de que el pueblo argentino no me acompaña en ese sacrificio, no permanecería un solo día en el gobierno. Una de las pruebas que he de imponer al pueblo, es esta lucha. Será pues la actitud de todos la que impondrá mi futura conducta. Ha parado la hora de gritar Perón; ha llegado la hora de defenderlo".

El lunes 21 envió un Radiograma a la Guarnición, que reproducimos al final, asegurando que “la decisión de las grandes mayorías de hacer una revolución en paz, harán que el reducido números de psicópatas que van quedando, sea exterminado uno a uno para el bien de la República”.

El martes 22, mantuvo una tensa reunión con los diputados montoneros. Al día siguiente fueron expulsados del Movimiento y renunciaron a sus escaños. Asimismo, en dicha reunión remató conceptualmente su doctrina contra la subversión armada: “Lo haremos con la ley o fuera de la ley”.

El 28 de enero, ascendió a comisario general y nombró subjefe de la Policía Federal, al comisario mayor Alberto Villar, en situación de retiro por orden de Righi-Cámpora; y superintendente de Seguridad Federal, al comisario inspector Luis Margaride.

Finalmente, siguiendo esa dinámica de contraofensiva, el 28 de mayo nombró a Villar jefe de la Policía Federal, y en reunión privada le ordenó ‘mano dura’ con el terrorismo. Villar pasaría a colaborar, y tal vez a dirigir, con la Alianza Anticomunista Argentina que operaba desde noviembre de 1973.

Resumiendo: la importancia histórica del ataque a la Guarnición de Azul consistió en haber sido el desencadenante de una doctrina contraterrorista del Estado (Aniquilación... Exterminio... con la ley o fuera de la ley) que alcanzaría su mayor intensidad durante los gobiernos militares de El Proceso.

Radiograma G-6777 132/74 enviado por el presidente Perón a la Guarnición de Azul.

Buenos Aires, lunes 21 de enero de 1974.

Señores Jefes, Oficiales, Suboficiales y Soldados

Como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de más de sesenta años de vida en la Institución, quiero llegar directamente a ustedes para expresarles mis felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con que han afrontado el traicionero ataque de la noche del sábado 19 de enero de 1974. Los ejemplos dados por los jefes y oficiales que han llegado hasta ofrendar sus vidas, tuvo [sic] la misma repercusión en los suboficiales y soldados que ─con su valentía y espíritu de lucha─ repelieron la agresión, con la colaboración de la Armada y la Fuerza Aérea. Quiero asimismo hacerles presente que esta lucha en la que estamos empeñados es larga y requiere en consecuencia una estrategia sin tiempo. El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo argentino, y para ello llevan a cabo una agresión integral. Por eso, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo el que está empeñado en exterminar este mal, y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran más agresiones y secuestros. La estrategia integral que conducimos desde el gobierno nos lleva a actuar profundamente sobre las causas de la violencia y la subversión, quedando la lucha contra los efectos a cargo de toda la población, fuerzas policiales y de seguridad, y si es necesario de las Fuerzas Armadas. Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía harán que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno para el bien de la República. Vaya mi palabra de consuelo para los familiares que perdieron a sus seres queridos, de aliento para los heridos y de esperanza para las familias del Coronel GAY y Teniente Coronel IBARZÁBAL. Tengan la certeza de que todo el poder del Estado está siendo empleado para lograr su liberación. Quiera Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva siempre de ejemplo.

JUAN DOMINGO PERÓN
Presidente de la Nación

Velatorio del coronel Camilo Arturo Gay y su esposa

La hija de ambos, Patricia (14 años), vio como ametrallaban a su padre y luego ejecutaban a su madre con un disparo en la cabeza. Cayó en una severa depresión que nunca pudo superar, y se suicidó el 5 de octubre de 1993
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