29.05.1991, Vic, Barcelona. Coche bomba de ETA en Casa Cuartel de la Guardia Civil. Diez muertos (5 niños) y 44 heridos.
En ambas naciones, el terrorismo de ideología marxista, en todas sus variantes: leninista, trotskista, maoísta y guevarista, comenzó su accionar criminal con una singular coincidencia en el tiempo. En España en 1968, en Argentina en 1969. De manera sistemática, porque en los dos casos estas fechas estuvieron precedidas por una etapa de preparación y acumulación logística.
ETA cometió atentados con explosivos en junio de 1960 causando la muerte de la niña de 2 años Begoña Urroz Ibarrola, pero su siguiente víctima mortal (guardia civil José Pardines Arcay) ocurrió el 07.06.1968, iniciando con ese crimen una dantesca oleada de terror que, según acaban de prometer los jefes de la banda homicida, podría haber terminado el 16.03.2010 con el asesinato en Francia del gendarme Jean-Serge Nérin.
En Argentina, el Frente Argentino de Liberación (más tarde Fuerzas Argentinas de Liberación), las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (que luego crearía su Ejército Revolucionario del Pueblo), y un grupo de peronistas y militantes católicos de extrema izquierda que fundarían Montoneros, iniciaron la Guerra Revolucionaria en abril de 1969; pero entre 1960 y 1963 ya se habían abierto focos de guerrilla rural que fueron rápidamente desarticulados por la Gendarmería Nacional.
Uno de ellos, el Ejército Guerrillero del Pueblo, fue comandado a distancia por el mismísimo Che Guevara, y el instructor militar era un teniente primero del Ejército cubano.
Esta guerra, cuyo objetivo estratégico era formar un ejército guerrillero regular, aniquilar al Ejército Argentino, tomar el poder e implantar una República Socialista, se inscribía en una guerra revolucionaria a escala continental proclamada en La Habana en agosto de 1967 durante la Conferencia de la OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad -revolucionaria-), a la que asistieron 300 subversivos y que fue clausurada por el primer ministro Fidel Castro. Una guerra revolucionaria, por tanto, organizada oficialmente por el Estado cubano, que además aportó un campo de entrenamiento militar y asesoramiento en materia de Inteligencia.
Las organizaciones terroristas argentinas llegaron a sumar unos 8.000 miembros, de los cuales 600 eran combatientes, y el resto "militantes políticos" en la superficie o semilegalidad: sindicalismo, movimiento estudiantil, etc.
La guerra revolucionaria argentina fue, y sigue siendo, la única urbana de la historia. Sin embargo, el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) combinó el terrorismo gansteril (secuestros, asesinatos y asaltos a bancos) con una fuerza paramilitar compuesta por tres Compañías de Infantería que atacaron siete Regimientos y Batallones del Ejército Argentino; y en 1974 abrió un frente de guerrilla rural en la provincia de Tucumán con una cuarta Compañía de Infantería de Monte. El ERP urbano fue aniquilado el 23 de diciembre de 1975 al atacar un Batallón de Arsenales en Buenos Aires, con 130 combatientes apoyados por otros 90 en acciones de diversión, contención, corte de rutas y puentes, transporte y sanidad. Dos meses después, fue aniquilada su guerrilla rural en Tucumán.
Batallón de Arsenales 601º al finalizar un espectacular combate de ocho horas.
Tras esta brevísima introducción, pasamos a ocuparnos del objetivo de esta nota: informar a los lectores sobre las cifras de víctimas mortales producidas por las organizaciones terroristas marxistas en Argentina y España.
ARGENTINA *
Todas las organizaciones terroristas (1969-1979)
208 civiles
451 policías y gendarmes
157 militares
ESPAÑA
ETA (1968-2010)
313 civiles
209 guardias civiles
154 policías nacionales
106 militares
-39 policías Municipales y Ertaintza
-32 políticos
-11 jueces y abogados
FRAP y otros grupos pequeños (1971-1983)
55 civiles, policías, guardias civiles y militares
GRAPO (1976-2000)
84 civiles, policías, guardias civiles y militares
A las coincidencias temporales, y de víctimas si tenemos en cuenta que ETA ha estado asesinando durante 43 años, cabría añadir una tercera.
En la actualidad, tanto en Argentina como en España, sus actuales gobiernos de izquierda (Fernández de Kirchner y Rodríguez Zapatero) han considerado al terrorismo izquierdista como una legítima forma de actividad política: "militantes populares... jóvenes idealistas", para la primera; "Nación es un concepto opinable y discutible", para el segundo. Un tipo de terrorismo combatido judicialmente por Zapatero mientras negocia con ETA (no por la Kirchner, que garantiza impunidad penal a los sobrevivientes) pero considerado como un fenómeno entendible o comprensible, debido a sus motivaciones políticas, que en ambos casos (Argentina y Euskadi) han sido las mismas: implantar un Estado socialista totalitario de partido único.
De entre los muchos ejemplos que pueden aportarse para fundamentar esta tercera coincidencia en querer blanquear el pasado de los terroristas mediante la reescritura de una nueva memoria histórica, basta con destacar los más siniestros y evidentes:
En la Argentina del izquierdo-populista régimen Kirchner, los antiguos Montoneros (como los Tupamaros en Uruguay y los Sandinistas en Nicaragua) hoy están instalados en el Poder Ejecutivo gracias a su hábil infiltración en el caótico Partido Justicialista, y han parasitado y sometido a la totalidad de las instituciones del Estado, especialmente al Poder Judicial y a las Fuerzas Armadas.
A los 6.000 terroristas muertos en combate y/o ejecutados durante su guerra revolucionaria, el régimen Kirchner les ha erigido un Memorial en un gigantesco parque de 12 hectáreas y ha indemnizado a cada una de sus familias con 225.000 Dólares. Obviamente, los jueces domesticados por un régimen que no reconoce la existencia de víctimas del terrorismo marxista, prevarican desestimando las reclamaciones presentadas por sus familiares y abogados para que esos crímenes sean tipificados como de Lesa Humanidad: que no prescriben.
En la España del socialista Rodríguez Zapatero que presume públicamente de ser un "rojo"; y gracias a su traición a la sociedad, al Estado, y a las víctimas del terrorismo a las que ignora y desprecia porque votan al conservador Partido Popular, hoy la marxista-leninista ETA está legalizada de facto por un fraude de ley, ya que dispone de un partido para las elecciones municipales (BILDU) que gobierna en 74 ayuntamientos de las provincias vascongadas (lo cual le permite gestionar mil millones de Euros anuales), y de otro para las elecciones generales (AMAIUR) que acaba de conseguir siete diputados nacionales. Un gravísimo escenario secesionista y balcanizador de España, que ha sido posible por una sentencia del mismo Tribunal Constitucional que ya reconoció a Cataluña como Nación.
Así están las cosas a finales de 2011, en estas dos naciones atacadas por el terrorismo marxista.
Jorge Fernández Zicavo
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario